Hoy serán muchos los que sientan nostalgia de aquella descomunal hoguera que ardía todos los 31 de diciembre en el Campo de San Isidro. En sana competencia con la celebrada el 13 por Santa Lucía en el Campo Nuevo (Parque actual), los vecinos del populoso barrio amontonaban madera de todo origen para hacerla arder y despedir el año al calor de sus llamas en generosa camaradería.
Desde hace unos años los cambios sociales y el poco apego a las costumbres han querido apagarla definitivamente. Pero gracias a un grupo de entusiastas y tenaces vecinoslo hoguera sigue ilumniando las primeras horas de la noche de Año Viejo. A su alrededor se sigue cumpliento a rajatabla esa generosidad que siempre ha distinguido a la gente de San Isidro. Es una hoguera de mesa y mantel: el visitante siempre es obsequiado con algún dulce propio de estas fechas y algún gotín para pasar el trago.
Sois fantásticos, no os podéis morir.
FELIZ AÑO NUEVO A TODOS.
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