Iván Costero cambia los guantes de portero por el silbato de árbitro

 

Iván con el monumento al vendimiador a sus espaldas

No es lo más común. Incluso es raro y quizá por eso precisamente ocupa hoy una de las entradas en este blog.

Iván Costero González es un chico como decenas que vemos por nuestras calles cacabelenses. Tiene 17 años, acaba de finalizar su etapa en el Instituto y en los próximos días continuará su formación en Ponferrada iniciando estudios de informática. Sigue haciendo deporte con los amigos, se divierte mucho en las pachangas que monta con ellos. Ya le aburren los videojuegos. Y su pasión es la Deportiva Ponferradina. Si puede, no pierde ningún partido, incluso intenta ir a ver los que juega fuera.

La opción de Iván de convertirse en árbitro de fútbol le llegó después de años jugando de portero en los distintos equipos inferiores de las escuelas deportivas de Cacabelos. “Se retiró” cuando defendía sus colores en el 2º año de cadetes.

Iván -a la izquieda- de auxiliar en esta ocasión

El dichoso covid que trastocó todas las competiciones deportivas y la falta de equipo en Cacabelos fueron el último resorte que le impulsó a decantarse por el arbitraje.

-En realidad –puntualiza Iván- quien me metió en esto ha sido mi mejor amigo, Álvaro. Es árbitro y me fue convenciendo.

 (Álvaro González y su hermana María son árbitros de fútbol también, hijos de árbitro y sobrinos de árbitro).

Después de realizar los cursos de arbitraje, primero de forma on line dadas las circunstancias de la pandemia, comenzó ya a dirigir partidos. Lo hace fundamentalmente los fines de semana por el Bierzo en partidos con los más pequeños. También lo hace de auxiliar en las bandas en otras categorías.

 Su primer partido fue un Morenica-Ponferradina de Prebenjamines jugado aún con mascarilla.

-Antes de empezar estaba algo nervioso, pero una vez que estás en el campo te vas tranquilizando.

-Esta nueva temporada espero arbitrar en categoría infantil y fútbol once.

Ante los problemas que puedan surgir al haber elegido esta actividad, responde tajante:

-No me importan. Además, yo tengo el apoyo de mi madre y mi padre, desde el primer momento me animaron.

¿Has tenido ya alguna mala experiencia?

-En el último torneo de La Morenica se me echaron unos padres encima en cuartos de final, había mucha rivalidad entre ambos equipos. Insultaban, acosaban los padres y entrenadores del visitante. Pero no me influyó, lo tengo claro: oigo lo que me dicen, pero me entra por un oído y me sale por el otro. Al final pondré en el acta las incidencias, se la mando a la Federación y ella sabrá lo que tiene que hacer.

¿Dentro de unos años en primera?

-Pienso seguir hasta donde pueda llegar.

Iván cuenta con el apoyo de su madre Raquel

Y con el de su padre José