Este miércoles han dado inicio las Ferias de San Miguel o Ferias de Septiembre, las segundas en importancia del año tras la de Mayo.
De nuevo este primer día ha mostrado la decadencia que padecen, como ya viene sucediendo en las últimas décadas. Si antes se prolongaba durante los tres últimos días del mes de septiembre, ya se había hecho habitual lo hiciese nada más los días 28 y 29, éste dedicado a San Miguel Arcángel y que da nombre a la festividad. Y en 2022 hemos vivido un día 28 exclusivamente con mercado de cría caballar y asnal en recinto ferial del Cúa, además del tradicional puesto de pulpo en la zona de la estatua del vendimiador, sin rastro de los tradicionales puestos de feriantes, ni siquiera alguno de cebollas que siempre habían hecho acto de presencia.
No pueden las Ferias
de San Miguel presumir de tener setecientos años de antigüedad, como
erróneamente apuntaban algunos medios de comunicación días pasados. Esa
longevidad, exactamente 731 años- solamente corresponde a la Feria de la Santa
Cruz de Mayo o San Marcos que ahora celebramos el 1 de mayo y que llegó a durar
hasta quince días.
Ojalá sea muy diferente la imagen ferial que nos ofrezca este jueves con permiso, también hay que decirlo, de las condiciones climatológicas.
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