Luis delante de dos de sus petrografías durante la inauguración de la exposición |
Hasta el 2 de octubre se podrán contemplar en el Museo Arqueológico de Cacabelos una selección de las petrografías creadas por el artista autodidacta de Quilós Luis Rodríguez Días.
VÍDEO DE LA INAUGURACIÓN
La muestra lleva por título 'Las pinturas del Río'. Sus trabajos son pequeñas semillas pétreas que podrían haber sido gestadas entre las pinturas de las paredes de Peña Piñera o en el cañón de Bustillo, en la comarca del Bierzo.
Luis pinta la naturaleza, en la naturaleza: embebido en el salvaje Río y en el silencio personal. Utiliza como soporte la piedra rodada, pretallada: un lienzo llegado desde la eternidad de la montaña, entregado generosamente por el río pretérito. Luis busca el color entre las piedras, su paleta de colores reposa en el Río. Toda su obra nace de una meditación con el flujo del agua. Al igual que sus referencias prehistóricas, sus petrografías se caracterizan por sus líneas elegantes, colorido sutil, perspectiva precisa y una sensación física de volumen, delicada y sinuosa.
Pero a diferencia de las pinturas parietales prehistóricas sus piedras son portables, tienen una oportunidad entre nosotros: en un muro o una pared aportando vida y belleza, en el interior de nuestros hogares....Las piedras se reconcilian con nuestro presente aportando la belleza y energía del animal que representan y del Río del que surgieron.
El rito mágico de pintar en Luis se asocia al rito mágico de conservar, de convivir. Aparece en esencia el sentimiento más profundamente extinto del hombre moderno, la compasión hacia la vida pintada. Porque su arte ha recobrado lo esencial, la fijación del alma sobre un soporte material, sus piedras son trozos mágicos que nos reconcilian con la naturaleza salvaje, con los ritmos primeros. Son una metáfora de la perdida libertad.
(Alfonso Fernández Manso: “Viaje a una Provincia invisible”
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