DON FÉLIX DE PAZ
Por Antonio Esteban
Es curioso. En serio. Es curioso. Me explico: a todos los médicos con los que he tratado a lo largo de mi vida -a todos- se les conocía por su nombre con la partícula “don” -procedente del latín “dominus”- delante. Don Luís o don Luisito o don Albito en Toral; don Marcelino en Villafranca; don Santos, don Andrés o don Ángel -o Machín- en Cacabelos, pero el caso de don Félix es distinto porque al nombre se le añadía, siempre, el apellido que, en este caso era de Paz. No se decía: “Voy a la consulta de don Félix…”. Se decía: “Voy a la consulta de don Félix de Paz…” Don Félix era el médico titular de la villa. Y, por cierto, hago un inciso y explico que, en Galicia no se usa el clásico don con el nombre. Se dice, sencillamente doctor Pazos o doctor Blanco o doctor Lamas. (El caso de Machín, así, sin más, es un caso peculiar y digno de estudio, cosa que no haremos en este artículo).
Don Félix llegó a Cacabelos muy joven. Era, además de joven, guapo y buen mozo y pronto encontró una moza -buena moza- atractiva, de nombre Luciana, que le dio seis hijos. Tres hijas y tres hijos. O viceversa: tres hijos y tres hijas.
Esta foto tiene a sus espaldas cien -o casi cien- años y es una foto especial porque Luciana muestra en el regazo a Miguel, su primer vástago.
NOTA: No hagan caso al rostro ceñudo de don Félix de Paz. Él se dedicaba a la medicina y las fotografías no le interesaban o le interesaban poco.
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