El letrero de "Botica" estaba en la la farmacia que hoy es de César Terrón |
UNA FOTO MUY CURIOSA
Por Antonio Esteban
Muy curiosa, es cierto, aunque, no por ello, sea una foto hecha por Kiko, el “Curioso” que, por aquella época, aún no se había dedicado al noble oficio de la fotografía. Debo añadir también que todas las fotos que traemos a este espacio del cuaderno Castroventosa son, a nuestro entender, curiosas.
El adjetivo curioso, según el Diccionario de la RAE quiere decir que tiene deseo de averiguar asuntos ajenos que no le conciernen o no deberían concernirle o que llaman la atención y, por ello, esta fotografía de la década de los años cuarenta/cincuenta del siglo pasado es curiosa, por varios motivos. Por ejemplo, observen el letrero que luce sobre la foto: BOTICA. Hoy no existen boticas, como tales. Hay farmacias, aunque el significado, a fin de cuentas, llegue a ser el mismo, pero la palabra botica no deja de llamarnos la atención y nos lleva a otro ayer. La botica era un establecimiento o lugar en el que se preparaban medicamentos de forma artesana y se vendían. Hoy en las boticas -farmacias- solamente se preparan fórmulas o recetas magistrales, el resto son medicamentos de laboratorio. La foto asimismo es curiosa por los trajes o vestidos de los protagonistas, nada semejantes a los de hoy. Esta foto está tomada, como habrán adivinado nuestros lectores, en la Plaza del Ayuntamiento y en ella vemos a Camila, la del Molino, madre de Maribel y de Conchita; a Elisa, hermana de Maruja la de Couceiro; a Chucho, la de Gregorio Prada; a Daniel, el hijo de José María, el de “La Ruta” y a Corina “Cataña”, modista que emigró a América.
Lo dicho: una foto curiosa. Y nostálgica.
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