jueves, 5 de agosto de 2021

R.I.P. Mari Carmen Rodríguez Valcarce (la de Ángel el Juez)

 

Al funesto impacto inicial provocado por la noticia del fallecimiento de Mari Carmen –Mari Carmen la del Juez, como especificábamos para referirnos a ella- se unió el sentimiento profundo por la pérdida definitiva de esta cacabelense que seguía diariamente en Madrid los ecos de su pueblo desde estas páginas.

Sus familiares y amigos –precisamente con estos últimos debería estar celebrando la anulada fiesta anual de quintos- saben bien la categoría personal que adornaba a Mari Carmen: una SEÑORA con mayúsculas que sufrió el terrible fallecimiento primero de José Mari, su marido, y el de su primogénito posteriormente.

Mi vinculación a Mari Carmen y a su marido se inició siendo yo aún niño y ellos una pareja de novios todavía. En aquellos tiempos colaboré favoreciendo las relaciones para llevarlas a buen puerto:

 José Mari Vila -como conocíamos entonces al joven toralense- venía a Cacabelos a visitar a su novia en una flamante Vespa que aparcaba solitaria enfrente a la farmacia de mi padre en la Plaza Mayor.  Bien en los soportales, bien en el jardín por allí me pasaba el día.

A la llegada de José Mari me acercaba a él y recibía el encargo de avisar a Mari Carmen de su llegada. Labor que hacía raudo corriendo hasta su espléndida casa frente a la Plaza de Abastos, golpeando luego el picaporte de la puerta y dando el aviso a la interesada en persona: “José Mari ya está aquí”.

Regresaba a la Plaza cruzándome con el –imagino- impaciente novio en la zona de la casa de los Cereros o de la Señora Pilar la de Peña. Era un cruce sin palabras ni saludo gestual, nada más acerba una de sus manos a la contraría mía y depositaba en esta última una propina.

Se repitió muchas veces esta escena que para mí suponía un ingreso extraordinario y que rápidamente gastaría en alguna chuchería dado mi poco entusiasmo por el ahorro.

5 comentarios:

  1. Bonita historia de un tiempo no tan lejano. Gracias amigo por compartirla.

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  2. Como dice Carlos una gran SEÑORA . D.E.P. Mari Carmen. Un abrazo muy fuerte para su hijo Javier

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  3. Gracias a todos, y gracias Carlos por compartir esta historia, desconocida por mi, de mis padres. La moto era una Lambretta LD 125 (la rival de Vespa) que mi padre conpartía con su hermana Mary Tere. Nos veremos por aquí, en este blog que tanto le gustaba a mi madre. Un afectuoso saludo! Javier.

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  4. ¡Dios mío,Carlos!. Cómo es posible que seas tan generoso, diligente, divertido, ecuánime... Cómo darte las gracias... Cómo le gustará a Mari Carmen -asidua a tu ventana- desde dónde esté, leerte!. Cómo agradecer tu rapidez, tu sensibilidad y tu comentario tan entrañable...!¡Qué historia tan encantadora del mensajero de cupido!. ¡ Qué "chuches" ricas te comerías con ese generoso talento, equilibrio y sentido de la vida que atesoras y que ya ibas construyendo y cultivando de pequeño!. ¡Qué placer disfrutarte a través de tu ventana y disfrutar del espacio que has creado y que te lleva tanto tiempo y esfuerzo para que todos-as estemos informados o compartamos historias de este nuestro querido pueblo. Espero que, aunque no lo hagas por ello -conociéndote tan amable y generoso-, sepamos agradecer tantas horas y energía personal como nos regalas. Jose Mari supo endulzar tu niñez por llevarle noticias a su amada Mari Carmen... Quiero pensar que nosotros-as lo sepamos hacer, también... Te pido disculpas en público, que repetiré por email, por mi lentitud en saborear tan dulce y divertida experiencia infantil.¡Mil gracias, espléndido y encantador Carlos, nunca bastante repetidas!

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  5. Siento mucho el fallecimiento de Mari Carmen, era un gran persona y muy querida por mi madre. DEP, Mari Carmen. Mis condolencias a su hijo Javier.

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