Ignacio Perejón, Pepín Faba, Lolo Combarros, Vicente Faba -hermano de Pepín-. Agachados: Tito Couceiro, Tito Vaquero -primo de los Faba- y Mourelo |
OTROS TIEMPOS, OTRAS MODAS
Por Antonio Esteban
Estaba este escribidor tratando de hilvanar sus recuerdos para escribir sus MEMORIAS, unas MEMORIAS que nunca escribirá porque hay cosas -muchas cosas- que uno no debe publicar, cuando recibió esta foto. Pensé, entonces, que la juventud de hoy no viste con elegancia. La juventud y los que ya no son tan jóvenes que presumen de vestir bien.
La moda, como la nueva cocina que desestructura, por ejemplo, una tortilla o que mezcla sabores que no pueden ni deben mezclarse, lo sé, ha cambiado, pero un servidor no está de acuerdo con ese cambio y discrepa. Con un traje de gala uno no debe calzar zapatillas de deporte ni acudirá sin corbata a una ceremonia.
Antes se guardaban las formas y los domingos y en Fiestas de Guardar, como decía el catecismo del padre Ripalda, los mozos iban a misa impecablemente vestidos. Refrescaban el sobaco con colonia y llevaban brillantina en el pelo. Y, si no se lo creen -que, sí, se lo creen porque la mayoría de nuestros/mis lectores es gente madura- ahí tienen una foto de ayer, una foto que yo llamo clásica..
En una de las acitaras del puente -o quitamiedos- con el Cúa a sus espaldas, siete mozos, siete, elegantemente vestidos nos recuerdan como era el ayer: Ignacio Perejón, Pepín Faba, Lolo Combarros -hermoso apellido el de Lolo- Vicente Faba, -hermano de Pepín- Tito Couceiro, Tito Vaquero -primo de los Faba y Mourelo aguardaban -¿qué aguardaban?- a algunas mozas para requebrarlas. Era un grupo elegante que nos recuerda un ayer que no volverá.
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