DOS AMIGAS: AURORA Y
LISIÑA
Por Antonio Esteban
Amigas y, sobre todo, amigas de verdad, que se contaban los
secretos que no se contaban a nadie, excepto a las amigas. Y salían juntas los
domingos -y fiestas de guardar- al
baile, como se puede ver en la fotografía e, incluso, a veces, bailaban, la una
con la otra, porque, también, a veces, en los bailes, una amiga bailaba con su
amiga a la espera de los mozos que acudiesen a “cortarlas”, como se decía en
tiempos pasados. Me explico: se acercaban dos chicos y les pedían bailar. Ellas
aceptaban, - después de mirarse- o no
aceptaban. Era curioso esta forma de intentar bailar con una chica. Lo recuerdo muy bien. Cada mozo se colocaba al
lado de la moza con la que quería bailar y ellas, como decía antes, aceptaban o
no aceptaban. Si aceptaban, a continuación, lo más difícil. Cuando iba a
terminar la pieza, él -siempre era él- le decía a la chica: “¿Te quieres quedar
conmigo…?” y ella aceptaba o no aceptaba. Miraba a su compañera ya que, con una
mirada, sabían qué había que decir. Unas veces, sí -por compañerismo- y otras, no, se quedaba o no se quedaba
contigo. Yo lo viví en Toral en el salón de los Hermanos Faba.
Así era la historia. Hoy la historia no es así. Lo sabe bien
Lisiña, vestida con una falda, muy a la moda, con amplios botones de adorno y,
seguramente, lo sabría Aurora, la “Nena” que no está con nosotros y que luce un
vestido floreado, con cinturón.
Para mí, esta, es una foto nostálgica que me ha servido para
recordar el ayer. Y así lo he contado. Tal vez muchos de mis lectores -y lectoras- hayan vivido los bailes como yo los viví.
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