Antonio Esteban, poeta contra el desamparo
“La poesía sigue siendo el mejor antídoto contra el
desamparo”, se repite en este tiempo de pandemia. Con este motivo la
Universidad de Salamanca ha tenido la feliz idea de invitar a casi un ciento de
poetas a aliviar nuestro desamparo con sus poemas. Pueden leerse en su web
“Servicio de actividades culturales. A poema abierto”.
Es una alegría
encontrar entre esos poetas al cacabelense Pablo López Carballo, excelente poeta,
doctor por Salamanca y profesor en la UCM y otras universidades y autor de
varios libros: gracias a Celia, su madre, que me regaló el primero de ellos
“Sobre unas ruinas encontradas” (de 2010). También colabora el villafranquino
Juan Carlos Mestre, antiguo alumno del Instituto de Cacabelos, quien con su
libro “Antífona de otoño en el valle del Bierzo”, premio Adonais de 1985, se
rebeló como uno de los grandes poetas de España. No figura en el grupo Antonio Esteban, el
solícito colaborador de CASTROVENTOSA, pero he de confesar que ninguno de esos
cien poemas me resulta tan consolador y esperanzador como el publicado por nuestro
laureado poeta toralense-cacabelense hace un par de meses, en Castroventosa el 25.4. 20.
“Cuando acabe todo
esto” con estas palabras comienza su poema, y también seis de las doce estrofas
del mismo: palabras que son como la
promesa de que también esto pasará. Pasarán los inconvenientes del
confinamiento y el terror del virus; no pasarán, claro, el dolor por los muertos,
“aunque los sentiremos muy vivos”; sobre todo permanecerá la tristeza de
despedirlos sin las normales formas de liturgia que consuelan y avivan la
esperanza.
A pesar de todo el
poema nos invita a la esperanza: Cuando
acabe todo esto/ han de volver los domingos, / los paseos por la tarde/ y las
risas de los niños”, ” Cuando acabe todo esto” ya no seremos los mismos… “, “Seremos
más compasivos”, “compartiremos risas y abrazos…..” Estrecharemos las manos
incluso de los enemigos”.
El poema nos
invita a la esperanza y a la paciencia: esperanza de un tiempo nuevo y mejor, paciencia
para resistir y transformar las circunstancias adversas. “La paciencia todo lo alcanza”, dijo santa
Teresa; la paciencia y la esperanza, pues la paciencia es la esperanza vestida
de diario, la esperanza es la paciencia vestida de fiesta” dijo alguien. Otros nos invitan a la “resilencia”: imitar al
junco, que se dobla a causa de la tormenta para levantarse después más fresco y
más firme.
La esperanza ha
de ser compasiva y activa:” Seremos más compasivos”,” Estrecharemos las
manos/incluso de los enemigos”. Esperanza solidaria, responsable: ”el mundo
será más limpio”. ¿Cómo? ¿Por qué? “Porque cuidaremos de los mares/ y del agua
de los ríos”…” Y resistiremos juntos”…y así, última estrofa: “Reconstruiremos
el mundo/caduco, oscuro, podrido. Resistiremos muy juntos/ porque seguimos
unidos”.
Salamanca :luislago@dominicos.
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