CREO
QUE NO ES LO QUE PARECE
Por Antonio Esteban
No. No es lo que parece. Los
malpensados -que, siempre, hay alguno-
en esta ocasión se equivocan. El mozo de la fotografía, sí, coloca, cariñosamente,
pero sin atisbo de deseo carnal, su mano sobre el muslo de la moza. Ella
sonríe. Él sonríe, pero, no es lo que
parece porque Luís, el hijo de Florencio y de Amanda coloca la mano con dulzura en el muslo de Almudena, su prima.
Almudena era hija de Celia, la “Pirucha”, viuda de Juan José Domínguez,
el falangista fusilado por Franco cuya historia contamos aquí, hace algunos
años.
Celia casó en segundas nupcias y
tuvo una hija -Almudena- que, andando el tiempo, enfermó gravemente -una
de las plagas que azotan a este mundo en decadencia- y acudió a Houston para intentar una curación
que no llegó y allí a la ciudad texana acudió Luís -vivía en Estados Unidos-
para acompañarla, pero nada pudo hacer y poco a poco, la sonrisa de
Almudena se fue borrando de su rostro, hasta desaparecer.
Por eso la fotografía no es lo
que parece, aunque en este mundo carcomido casi nada es lo que parece.
Hoy Luís y Almudena han desaparecido
y la foto es un lejano recuerdo de un ayer y, como todos los recuerdos, tiene
un sitio en nuestro cuaderno.
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