Se acercan al oro

Josefa, Roberto, Lola, Amancio, Pili y José Luis a las puertas de la Moncloa cacabelense

Siguen con esa sana y buena costumbre de celebrar los tres matrimonios juntos cada aniversario de boda: Amancio y Lola, José Luis y Pili, Roberto y Josefa.

Y no solamente por amistad, que también, sino que coinciden en la fecha de celebración. Estas tres parejas cacabelenses eligieron el mismo día del mes de enero de 1973 para unirse en santo matrimonio ante el altar de la Iglesia de Santa María de la Plaza. Una diferencia de horas separó las celebraciones.

Hoy han vuelto a reunirse para disfrutar juntos el 47º aniversario. Y lo han hecho con sesión vermú, comida, café y chupito y, para concluir, con unos bailes agarraos para finalizar la tarde.

Lejos quedaron los festejos de aquel lejano enero: Amancio y Lola agasajaron a los invitados en el bajo de una casa frente al Instituto,  muy próximo al domicilio familiar de la novia. Pili y José Antonio se lo montaron en el antiguo salón de Litán, al lado del cine del mismo nombre. Y Roberto y Josefina se reunieron para comer con los convidados en el desaparecido café América y hasta hace unos meses ocupado por A Curuxa Verde.

Y hubo viaje de luna de miel, como entonces se llamaba. Cada uno lo adaptó a sus circunstancias: Roberto y Josefina tuvieron que conformarse con desplazarse hasta Bembibre donde su hermano Martín y su cuñada Teresa les dejaron el piso familiar para el disfrute de las primeras cucharadas de miel. Pili y José Antonio se atrevieron a cruzar Piedrafita y llevaron su pasión a la misma Coruña. Amancio, que trabajaba en Suiza (ya sabéis: un franco, catorce pesetas) se llevó a Lola hasta Palma de Mallorca y a Barcelona, palabras mayores para aquellos años.

Tres años más y llegan las de oro. Seguramente un crucero para celebrarlo conjuntamente sería una buena idea.