AYER CUANDO ÉRAMOS
JOVENES…
Por Antonio Esteban
Todos los que ya peinamos canas -frase estúpida peinar canas, porque muchos son calvos- echamos de menos aquellos bailes domingueros
en el viejo salón de nuestro pueblo en donde sacábamos a bailar a la moza por
la que bebíamos los vientos -otra frase estúpida inventada por algún
estúpido juntaletras que, hoy, los escribidores empleamos pretenciosamente- y a la que preguntábamos si quería pasar la
tarde con nosotros. Y, si nos decía que sí, nos apalabrábamos para otro domingo.
Eso es lo que hacíamos los que peinamos
canas y bebíamos los vientos por
una moza.
Todo esto se me ha ocurrido al ver la nostálgica foto de un
baile en Cacabelos en el que una guapa moza de la Casería -Marujiña, la de Badín- escuchaba a Félix, el “Prenda” decir las
mismas palabras que otros mozos dijeron a otras mozas, mientras en segundo
plano, Fiña, la de el “Puto” -horrible mote-
y Paco Perejón intentaban robarles protagonismo.
Marujiña -déjenmelo
decir- era muy guapa y también lo era Félix
y, sin embargo, no eran pareja. Hoy ninguno de los dos está entre nosotros,
pero la foto sirve para recordar un tiempo feliz en la que los que rondábamos a las mozas más guapas.
Era un tiempo que no volverá y aunque la juventud no esté de
acuerdo, era un tiempo mejor que los tiempos de hoy, al menos para nosotros, en
los que había que trabajarse un ligue y,
a veces, sin resultado porque volvías a casa con unas calabazas.
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