jueves, 18 de abril de 2019

Insensibilidad ambiental


Margen derecha del Cúa desde el puente



 Texto y fotos:

Emilio de la Calzada. Plataforma por la Defensa de la Cordillera Cantábrica.
Roberto Martínez. Asociación El Bierzo Sentido

Cacabelos ha cortado la única aliseda natural del río Cúa a su paso por el pueblo.

La primera semana del mes de abril fue cortado, por orden del ayuntamiento, el único tramo de bosque de ribera natural 150 metros que acompañaba al río a su paso por la localidad: alrededor de sesenta magníficos árboles de ribera, principalmente alisos o humeros, como se les llama en El Bierzo. Estaban situados en la margen derecha del río aguas arriba del puente. En el único tramo del río que no había sido modificado por escolleras de piedra o muros de hormigón para sujetar sus márgenes, y es que, de eso, se encargaban los árboles que, por cierto, nadie había plantado.

El primer ejemplo de insensibilidad ambiental lo encontramos en los miembros del consistorio de quienes parte la idea: para ampliar la playa fluvial o el espacio de recreo por encima del puente, lo primero que se debe hacer es eliminar lo natural, lo agreste, que se sustituirá por elementos más domésticos.


El segundo lo encontramos en los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil que autorizan la tala del bosque de ribera. No debemos olvidar que la aliseda, forma parte de lo que la Ley de Aguas en España define zona de servidumbre dentro del dominio público hidráulico, es decir, la franja de 5 metros a ambos lados del cauce del río, cuyo principal objetivo es la protección del ecosistema y que es de uso público.

El tercero lo encontramos en los responsables del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León que reafirman la autorización de esa tala.

Estamos tristemente acostumbrados a que se ningunee, se infravalore o, incluso, se desprecie a la naturaleza. En el caso de los árboles esta realidad alcanza, a veces, dimensiones vergonzantes. Una persona puede decidir, sin consulta previa, que un ser vivo que le multiplica varias veces en edad y que podría ver correr a muchas más generaciones bajo su sombra, debe ser talado, sin ninguna justificación lógica, más que la de la propiedad. Con lo que es mío, da igual que tenga 100 o 500 años, hago lo que quiero...

Es necesaria una evolución de este tipo de pensamientos sobre la naturaleza y la propiedad. Un edificio que tiene más de 100 años está protegido por la ley de patrimonio. Un vehículo de más de 25 años alcanza la consideración de vehículo clásico. Un joven con 18 años alcanza la edad adulta y puede decidir sobre su vida. ¿Por qué un árbol que ha conocido varias generaciones humanas no tiene ninguna protección?

El árbol genera oxígeno durante toda su vida, fija el suelo y mantiene un complejo ecosistema edáfico en el terreno donde crece, atempera las temperaturas bajo su copa, disminuye la fuerza del viento, proporciona cobijo y alimento a multitud de especies animales y sirve de bálsamo al espíritu humano.

Durante toda la existencia humana, hemos dependido de su presencia para existir. Los árboles nos han proporcionado leña para calentarnos, madera para construir nuestras casas, mangos para nuestras herramientas, frutos para alimentarnos y un sinfín más de utilidades. 

Pero no solo son útiles para nosotros. En el caso concreto que nos ocupa, los humeros talados servían de refugio, de hábitat y de sustento a un buen número de otros seres vivos: la nutria encontraba la necesaria discreción bajo su sombra; el martín pescador los utilizaba como percha para localizar a sus presas; eran el hogar estival del autillo; verdecillos, pinzones, mitos, palomas y carboneros hacían en ellos sus nidos; los peces encontraban refugio entre sus raíces y frescura bajo su sombra ante la atenta mirada  de garzas reales y garcillas. Ahora el escenario ha cambiado drásticamente y cada uno tendrá que buscar nuevos rincones, mientras nosotros tendremos que mirar con rabia a este nuevo ejemplo de insensibilidad ambiental.  
  
Es urgente un cambio de mentalidad. Las actividades humanas están causando gravísimos perjuicios en la naturaleza y en el clima, y los científicos nos advierten de que no hay marcha atrás con el cambio climático, por lo que solo nos quedada adaptarnos e intentar minimizar el desastre.

Antes de cortar un árbol viejo, piensa en todo lo que te dio, y que seguirá haciendo cuando tú no estés, e intenta evitar matarlo. También puedes plantar árboles autóctonos de lento crecimiento para que puedan disfrutar los que lleguen después.

Empecemos ya con el respeto hacia los árboles, tenemos mucho que ganar.

2 comentarios:

  1. No solo estoy totalmente de acuerdo con vosotros sino que además me reconforta ver que no soy el único al que esta barbaridad le parece merecedora de castigo por el daño causado. Ya no hay peces en nuestro río, el año pasado aún anidó una pareja de ánades reales en la ribera que ahora no existe... Pero esta agente a quién pregunta antes de cometer estas barbaridades?

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  2. Es triste y lamentable comprobar la falta de sensibilidad y cordurapor parte de quienes tuvieron la iniciativa acabar con los humeros que servian de muro al rio Cua, ademàs del daño ecològico, se han cargado de un plumazo una preciosa vista del rio y seguramente mucho màs..

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