miércoles, 9 de enero de 2019

Imágenes y recuerdos (CCCXXXVI)




 MORAS

 Por Antonio Esteban 

La palabra mora  -moro, mora, moros, moras, Mourisco, Mourelle, morin-    desde mi niñez, fue una palabra que me ha acompañado siempre en mi vocabulario y ha estado presente en mi vida.
De adolescente íbamos al campo, con las niñas, a buscar moras a la orilla del camino para hacer, malamente, después, una tarta. También buscábamos las hojas de un moral que crecía en la Estación -y aun crece- para alimentar, con sus hojas, gusanos de seda que no servían para nada.
En otras ocasiones íbamos, con mi padre, en la bicicleta, al Casar de Valdaiga, propiedad de mis abuelos a comer las moras de un moral que crecía al lado de un prado cerca de un arroyo.
Asimismo, de niño, aparecen en mi vida los moros de un tabor de regulares que acamparon en el Campo de la Feria, al mando del teniente Martínez.
Y conocí a los moros de Ceuta, que digan lo que digan, la ciudad, Ceuta, estaba llena de moros que vivían en Hadú o en el Barrio del Príncipe, prohibido -o casi-  para los españolitos por su peligrosidad.
Programa de la representación en 1967
Y, en mis estudios encontré un poemilla que hablaba de tres moritas de Jaén: Aixa, Fátima y Marién y que, por aquel entonces aprendí de memorias.

Y, por último, durante mi estancia en Galicia siempre escuché leyendas sobre los moros que habían guardado tesoros entre las brañas y, por eso existen pueblos con el nombre de Porto Morisco, Mourenza, Mourelle o Mourín,
Y, finalmente llegó a mis manos una foto en la que aparecen las cinco moritas de LA VENGANZA DE DON MENDO, Esther, Aljalamita, Rezaida, Raquel y Azofaifa, o sea, Nandy Mauriz, Mary Celi González, María José Luna, Josefina Guerrero y Moni Quiroga
Y, para colmo, decir que he terminado el primer acto de una obra de teatro, en verso, que se titula: ROSENDO, EL HIJO DE DON MENDO en la que vuelve a aparecer Azofaifa.
Me alegro que esta palabra, mora, aparezca en la crónica de hoy que se escribió ayer con la representación de la obra de don Pedro Muñoz Seca.

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