miércoles, 18 de abril de 2018

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCCXI)




PEPE Y AGUSTÍN (UNA AMISTAD SIN FIN)

Por Antonio Esteban González
Y fue cierto: Pepe, el “Herrero” -antiguo oficio, éste, hoy desaparecido-  y Agustín, el “Castillo” fueron amigos hasta que la muerte los separó. Era una amistad que acabaría y ellos lo sabían-   con la muerte de uno de los dos

Cuando tuve en mis manos la foto con la que abrimos hoy la sección, eso fue lo primero que pensé: que la muerte de uno de los dos terminaría con una fraterna amistad. Luego, vino a mi mente un relato que Antonio Pereira incluye en su libro UNA VENTANA A LA CARRETERA y en el que cuenta que a su hermano Pepín le habían regalado en Lugo, en cierta ocasión, una vara de fresno que servía para aguijonear el ganado. Pepe olvidó la vara en La Mosquera -un lugar de la ciudad de Lugo en donde habían comido el pulpo- y, durante toda la tarde estuvo lamentándose.
Al atardecer, en la confitería de don Alejo Madarro, Pepín vio a un mozalbete con una vara que era, justamente -entre los miles de varas que aquel día se vendieron en Lugo-  la suya. La reclamó y se la dieron. Y hasta aquí el relato.

Era una vara, la de Pepín Pereira como las que empuñan “el Castillo” y el “Herrero”, en la foto, porque, seguramente, como Antonio y Pepín Pereira, ellos, Agustín y Pepe, habían viajado a Lugo a celebrar los sanfroilanes y se habían fotografiado con dos varas de avellano -o de fresno, no sé-  en la mano y luciendo los mejores trajes de su armario que eran unos trajes que hoy, seguramente, los sastres abominarían de ellos porque estaban mal cortados y peor cosidos.

La foto, a buen seguro, pertenece a los últimos años de la década de los treinta del siglo pasado y nos traslada a un tiempo ido que todos los que lo vivieron, tal vez quieran olvidar.

Es, pues, la foto de un ayer que hoy nos sirve para recordar a dos amigos: Agustín, el “Castillo” y Pepe, el “Herrero”.

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