BENDITO TU ERES ENTRE TODAS LAS
MUJERES
Por Antonio Esteban González
Hay días en los que uno no está para nada y eso me ocurrió a mí el viernes pasado.
Escribí, como es habitual, el artículo que daba pie a la foto y, a pesar de que siempre
corrijo lo superfluo, no corregí lo suficiente porque, al releerlo, una semana
más tarde, me di de bruces contra un texto
mal redactado al que hubiera
debido pulir más, incluso sintácticamente.
Esta confesión tenía que hacerla porque, a buen seguro,
algunos de mis lectores habrán percibido
un artículo malamente escrito. Dicho esto, digo además que me he liberado del peso que me abrumaba y prometo que no
volveré a incurrir en tamaños fallos, impropios de alguien a quien siguen
algunos cientos de lectores.
Hoy traemos a nuestra
sección una foto antigua -setenta años a sus espaldas- que es de esas fotos fotos que más gustan siempre que se pueda identificar a las
personas que aparecen en ellas y que, en este caso, además, me ha
dado pie para un título apropiado: “BENDITO TU ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES”, porque
las mujeres, son las hermanas del
niño que aparece en la foto.
El niño es Lucianín Cela, muy mimado por sus hermanas y que
tiene un gesto muy peculiar, un sí es no es entre
sorprendido e intrigado. A Lucianín, queda dicho en otros artículos, no le
gustaba que le llamasen Lucianín. Prefería la sonoridad de su nombre: Luciano,
que procede del latín y significa el que resplandece).
Arriba, Julita, pasa su brazo protector y –amoroso- sobre el hombro de su hermana Nila que luce un
vestidito a cuadros con cuello blanco, semejante al de su hermana NIce que está
abajo y que lleva en el pelo un lazo grande como si una mariposa se hubiera
posado sobre ella.
Una foto, esta, que nos traslada a un ayer muy lejano y que,
como todas las fotos antiguas, pone nostalgia en el corazón.
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