viernes, 6 de octubre de 2017

Se asoma a mi ventana...Pepe Couceiro con "A nuestras madres, las flores más hermosas de nuestro jardín"



Maruja, madre de Pepe, falleció el 30 de agosto


A NUESTRAS MADRES,
LAS FLORES MÁS HERMOSAS DE NUESTRO JARDÍN
Por Pepe Couceiro

Dicen que cuando llegamos a este mundo lo primero que percibimos es una luz cegadora, un aire enrarecido que, además, nos hace forzar por primera vez nuestros pequeños y desentrenados pulmones, el ensordecedor ruido del hospital y de la gente cercana y finalmente el áspero contacto de las sábanas contra nuestra delicada piel. Después de ello, y en este medio tan hostil, nuestros ojos se cruzan con un ser de ojos llorosos y cuyo rostro emana dulzura y AMOR por cada uno de sus poros hacia nosotros. En ese momento nuestra alma se reconforta al ser abrazados contra su pecho y por primera vez nos sentimos protegidos desde que dejamos la oscuridad. Gracias a la vida nos hemos encontrado con nuestra madre y en lo más profundo de nuestro ser sabemos que estaremos a salvo para siempre.

Dicen que la experiencia de alumbrar una vida transforma de tal manera que el ego se convierte en un AMOR incondicional hacia el nuevo ser en ese mismo instante. L@s hij@s damos fe de ello a lo largo de nuestra existencia y siempre lo consideramos como el más bello presente con el que nuestras madres compensan la alegría de vernos llegar a su mundo. Con el tiempo nos damos cuenta que ese regalo es lo que nos hace apreciar más la vida al percibirla con una mayor gama de colores, el que nos da fuerza para dejar de ser víctimas y convertirnos en dueños de nuestro propio destino y el que nos hace mantener en un mayor equilibrio nuestro sistema endocrino fortaleciendo nuestra salud.

Dicen que las madres estimulan nuestro hemisferio cerebral derecho al ser el que predominantemente más utilizan, aquel que nos hace ser más emocionales, más empáticos, el que nos hace ser personas con un mayor nivel de inteligencia emocional y resolver problemas de la vida con un mayor grado de eficiencia. El mundo de hoy, mayoritariamente en manos del hemisferio izquierdo, no parece que discurra por caminos de comprensión y paz entre los pueblos. En estos momentos de tanto conflicto a todos los niveles, quizá haya llegado el momento de ofrecer una oportunidad a los que perciben el mundo desde un punto de vista diferente, aquel que desde el principio de los tiempos ha formado parte del pensamiento de todas las madres, aquel en el que se atiende prioritariamente al ser humano con el único objetivo de colmar sus necesidades físicas y emocionales.

Y ahora permitidme hablaros brevemente de una madre que bien podría representar el prototipo de las vuestras, la mía.

IN MEMORIAM, MARÍA LÓPEZ VÁZQUEZ (1927/2017)

María López Vázquez (1927-2017)


Maruja nació en Cacabelos un 11 de abril de 1927 y dejó este mundo el 30 del pasado mes de agosto. A sus 90 años lo había dado todo por su familia y dejaba de sufrir para siempre. Como para cualquier hij@, nuestra madre fue la mejor posible, con una trascendencia incuestionable en las vidas de todos nosotros. Desde niños, junto a mi padre, nos inculcó el significado del esfuerzo, coherencia, autoestima, humildad, honradez y respeto. En su interior sabía que todos esos valores eran las llaves que nos abrirían las puertas para ser personas felices ante los numerosos y prominentes baches que tendríamos que esquivar a lo largo de nuestra vida.

En nombre de todos los que tanto te quisimos y que nunca te dejaremos de querer: ¡GRACIAS por tu AMOR!

1 comentario:

  1. Parte maravillosa de mi infancia y adolescencia!!!! Grande Maruja

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