Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCLXXXIX)

DE TRES EN TRES

Por Antonio Esteban González

¿Qué si estos tres marcaban los goles de tres en tres o lo que ha venido en llamarse un hat trick que son tres goles marcados por un mismo jugador en un partido?

El origen del término anglosajón hat trick  se remonta a los primeros años del cricket  en donde se premiaba con un sombrero o con una gorra al lanzador que conseguía la hazaña de eliminar a tres bateadores de manera consecutiva.

 No creo que ninguno de estos tres jugadores hubiese conseguido un hat trick y se quedasen con el balón porque, en aquellos tiempos, el balón era de todos y si se lo llevaba alguno no había balón para el domingo siguiente.

Eso de los hat trick es cosa de hoy, de tiempos modernos y para jugadores de élite que, al terminar el encuentro, se quedan con el balón, firmado por sus compañeros.

Aquí, en esta foto no ocurrió eso: Subasta, Pepín, el “·Macurro” y Canuta se fotografiaban al comienzo del partido con sus camisetas impolutas, pantalones blancos-blanquísimos y medias con vueltas o sea, perfectamente equipados. Las camisolas eran azules, color berciano por excelencia y los pantalones más bien largos, confeccionados a mano y no comprados en ningún almacén, como ocurriría después con los “meybas” que servían para ir al río a bañarse o jugar un partido de fútbol.

A los tres futbolistas se les ve orgullosos, pisando una hierba que no era la hierba sembrada en los campos de fútbol sino la hierba de siempre, la hierba de ayer, la hierba  de aquellos que pateábamos hace cincuenta años  un balón de cuero con correa por lo que algunos defensas llevaban en la frente un pañuelo porque, como me decía hace poco tiempo uno de aquellos jugadores. “Mancaban la hostia…”Era igual. Lo más importante era jugar los domingos y, sobre todo, ganar. No importaba que don Desiderio o don Antonio dijesen que lo más importante del domingo era asistir a misa. No. Lo más importante para la juventud era acudir a la llamada de Albertín y jugar el partido de las cinco de la tarde y, a las cinco de la tarde, si eran convocados, ahí estaban Subasta, Canuta y Pepín, el “Macurro”.