sábado, 17 de junio de 2017

Un adiós con el corazón


Parte de los alumnos que ayer se despidieron del Instituo


Ayer el Instituto dijo adiós a los alumnos que finalizan este año el bachillerato.  Fue, como siempre sucede, un adiós con el corazón.
Parece un tópico, pero no lo es. Decir adiós a los alumnos que terminan el bachillerato es muy emotivo. Los profesores viven el momento con un doble sentimiento. Por una parte, sienten en su fuero interno el orgullo de ver marchar una nueva promoción a la que han dedicado el esfuerzo de varios años de enseñanza.  Y por otra, cierta pena por todo lo que significan las despedidas.
Los actos comenzaron a las ocho de la tarde en el patio del centro escolar. Como señaló el director, Emilio de la Calzada, fue quizá la despedida más “calurosa” que se ha dado: cuarenta grados a la sombra.

Después del director se dirigió a los ya casi exalumnos Xavier Cuyás en nombre de todos los profesores. En nombre de los padres habló Dolores Sánchez.
Cada alumno fue obsequiado con una flor, una orla y un diploma. La anécdota de la noche tuvo como protagonista al tutor de 2º de Ciencias, Antonio López al recibir un verdadero jamón de regalo. Regalo con un toque de humor para este profesor que no estará ya el curso próximo en Cacabelos (aclaración par los malpensados: el jamón iba acompañado de un rejol).
Antonio recibiendo el jamón regalo de sus alumnos

Toda la comunidad educativa participó en el pincho final celebrado en el mismo patio, donde la bebida fue el producto más solicitado.

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