FAMILIA UNIDA,
FAMILIA FELIZ
Por Antonio Esteban González
Lo
sé. La frase “Familia unida, familia
feliz” es un tópico o, dicho menos prosaicamente, es lo que suele llamarse
“frase hecha”. Pero, no siempre es
así porque tampoco, a veces, la familia feliz es una familia unida. No entremos
en explicaciones. Respetemos la frase que, si no sirve para otros menesteres,
sirve para encabezar artículos como el de esta semana.
En
el caso de la familia que aparece en la foto -muy conocida y reconocida en la
villa- la frase es perfecta. Los “Pepitos” eran -son- una familia unida, sobre todo, y feliz, dentro
de lo que cabe, porque uno, -y acudo a una filosofía barata, pedestre y muy de
andar por casa- uno -decía- nunca es plenamente feliz. Siempre existe
algo que lo impide, aunque sean buenas personas -que lo son- los personajes de esta fotografía que aquí
presentamos en un paisaje inédito -inédito en esta sección- de nuestro pueblo:
el Campo de San Isidro en donde hoy se levanta el Instituto de Enseñanza Media
con la casa de "El Madrileño” al
fondo.
El
Campo de San Isidro ha pasado, a lo largo de la historia por diversos avatares:
fue era en la que se majaba o aventaba el grano; campo de fútbol en donde se
solventaban duelos futbolísticos entre pueblos cercanos, cuando la Unión aún no
era la Unión (En el campo de San Isidro, el equipo de nuestro pueblo estrenó
equipaje enfrentándose al Berciano de Villadepalos).
Fue,
también Campo Ferial en donde la transacción de animales entre dos partes se
solventaba con un apretón de manos que era tan válido como un documento escrito
o, más, porque los documentos escritos, a veces, se impugnan y un apretón de
manos, no.
En
la foto vemos, arriba, a Francisco, más conocido como Xisco y a su lado a Gelo;
en la segunda fila, Lolo y Toño, que anda por Andalucía; más abajo Jovita,
casada con Francisco, Josefa, que estuvo casada con “Cachinín” y Miritos y, abajo, Lucita, modista, fallecida
recientemente e hija de Francisco y Jovita, y Pilar, hermana de los otros “Pepitos”, que ya no está entre
nosotros.
También
asoman unas niñas que, a lo que parece, son Gelines, Julita y Mary.
En
resumidas cuentas, una familia respetada en Cacabelos que se fotografiaba en un
paisaje entrañable: el campo de San Isidro.
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