Apenas una docena de tiestos daban fe estamañana de haberse cumplido la tradición |
De año en año se nota como
disminuye el número de tiestos robados en la noche de San Juan. Esta tradición
de robar tiestos y otros adornos de balcones y jardines se está perdiendo. La
prueba está en el escaso número de estos que “los ladrones” dejan depositados
alrededor de la estatua del vendimiador.
Hace años, cuando aún la
costumbre era dejarlos formando hileras frente a la Iglesia, eran centenares
los que allí quedaban esperando a que sus dueñas los recogieran durante la
mañana del día de San Juan. Incluso el vendimiador ha vivido tiempos mejores
sintiéndose acompañado por las macetas cubriendo todo el jardincillo y los
asientos.
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