Lectura del manifiesto al final de la marcha |
Se celebró durante la mañana de
hoy la I Marcha ciclista Bicis para
educar organizada con el fin de recaudar fondos para un proyecto de la fundación
Vicente Ferrer. Un proyecto que se desarrolla en Anántapur (India) con el
objetivo de dotar a las niñas de bicicletas para que puedan desplazarse desde
sus aldeas hasta el instituto a continuar sus estudios de secundaria.
Salida |
Los culpables de la idea han sido los profesores Federico Méndez, de
Sociales, y Luis Pérez, de Latín, que lograron el apoyo y colaboración del
instituto cacabelense, del Ayuntamiento, de la Asociación de Voluntarios
Flavium, establecimientos comerciales y particulares
La marcha partió desde la Plaza
de San Isidro para subir desde Barredelos al Bosque Didáctico y regresar por el
paseo de las vides desde Quilós. En el patio del Instituto los participantes
repusieron fuerzas con las empanadas donadas por las panaderías Pilar y Pablo.
Tres alumnas del centro leyeron
un comunicado final para manifestar que, gracias a la preparación de esta
marcha solidaria, han descubierto una realidad desconocida que afecta a compañeros
del país asiático, han empezado a tomar conciencia de los privilegios que
tienen en comparación ellos y han conocido la figura de Vicente Ferrer y la
labor que lleva a cabo su fundación.
El reportero de TVE, FranVentura, envió a los participantes un mensaje de apoyo a través de los medios
sociales. Fran ya ha viajado desde Madrid a India en bicicleta por este mismo
motivo solidario y pronto hará lo mismo desde California hasta Alaska. En este
próximo viaje contará con la compañía de un banderín en su bicicleta enviado
por los de Cacabelos.
En nuestra sociedad la bicicleta
se ha convertido en un medio para hacer deporte, pasear o como medio de
combatir la contaminación. Pero no hace tantos años –preguntad a los abuelos- tener
una bicicleta significaba poder trabajar y estudiar.
Desde diversos pueblos del
Bierzo, Cacabelos incluido, muchos empleados de La Minero y otras empresas, se
desplazaban cada día hasta Ponferrada y otros lugares pedaleando, hiciese frío
o calor, diluviase o nevase. Y tras ocho o diez horas de jornada laboral,
regresaban a casa.
Y del mismo modo se desplazaban
jóvenes estudiantes hasta los centros educativos de la capital berciana.
Testimonios directos se pueden escuchar en Cacabelos del sacrificio diario que
hicieron algunos durante años para asistir a clases en horarios de mañana y
tarde. No era una broma.
Luis y algún voluntario más prescindieron da la bicicleta |
Las empanadas siempre triunfan |
El 14 fue número premiadocon el lote Bodegas Gancedo | g |
Federico envía un mensaje de apoyo al periodista Fran Ventura |
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