Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCLXIV)

EUMENIO Y LOS SUYOS

Por Antonio Esteban González

 

Este título   -EUMENIO Y LOS SUYOS-   bien podría ser el título de una película neorrealista italiana de la postguerra. Podía ser, pero no lo es. Es la foto familiar   de una familia   -valga la redundancia-    de Cacabelos y uno de los niños que aparece en ella es Eumenio que, en cierto modo, es colega de los directores de cine italianos   -Rosellini, Blassetti o Fellini-  porque Eumenio sabe de encuadres, de luces, de secuencias y de montajes ya que,  en sus ratos de ocio, se dedica a producir videos caseros y los lectores de este cuaderno seguramente han visto las composiciones que Eumenio hace con fotos antiguas en la Fiesta de San Isidro.

Él   -hablemos de la foto-  es el mayor de los tres niños que aparecen en la foto y es muy posible -pienso yo-  que si hubiese sido él quien hubiera tomado la foto hubiera buscado otro encuadre o hubiera colocado a los protagonistas de la misma en otra posición, pero, él, Eumenio, no era el fotógrafo.

Los lectores se estarán preguntando   -alguno tan curioso como este escribidor-  por qué a Eumenio lo bautizaron con este nombre tan poco común. No lo sé. Únicamente sé que nuestra Santa Madre la Iglesia celebra la festividad de san Eumenio de Gortina el dieciocho de Setiembre y que Eumenio, que fue Obispo, murió en el exilio y está enterrado en Creta en donde se le profesa gran devoción.

Lo que sí sé es que el nombre de Eumenio procede del griego y significa benévolo o propicio y que existen muchos nombres en castellano que comienzan con el prefijo eu: Eulogio -el que habla bien-Eusebio,   -piadoso-  Eutiquio,    -afortunado    Eutimio   -animado -    o Eufrasio  -alegre-   .

En la foto -y es lo que nos interesa-  además de Eumenio están Isabel y Ricardo, los padres de Eumenio, a la izquierda y Lucio y Lucía, a la derecha y una niña   -Luisa-  y un niño rubio, guapetón y sorprendido por la máquina del retratista, que se llama Joaquín.

Una tierna fotografía del siglo pasado que traerá, seguramente, a Eumenio y los suyos, hermosos recuerdos.