El David no deja indifetente a nadie |
Llegaron los alumnos del
Instituto de Cacabelos dispuestos a comerse la ciudad, pero Florencia siempre
sale victoriosa. Nadie puede librarse de su poder de seducción y, como tantos otros
millones de visitantes anteriores, se han rendido a sus encantos .
Florencia es la capital de la
Toscana –que ya de por sí es un lujo-, es la patria de Dante y Maquiavelo,
tiene dos plazas -Signoría y Duomo- que solo
ellas justificarían la visita, el singular Ponte Vecchio, el Duomo con la
cúpula de Brunelleschi, el Campanile de Giotto, el Battisterio de San Giovanni,
Santa María Novella…y el impresionante David de Miguel Ángel, la escultura más
representativa del Renacimiento.
Un pequeño homenaje fotográfico para los cuatro osados "profes" de la excursión |
Ante tanta maravilla ¿cómo evitar
las redes de la seducción florentina? No hay respuesta. Hay que dejarse llevar,
como lo han hecho nuestros jóvenes y callejear. Y callejeando darse de bruces
con la Fontana del Porcellino, el jabalí de bronce que los bercianos
acariciaron hoy –como manda la tradición- para asegurarse su vuelta a
Florencia.
Y bajando al mundo de los vivos,
pocos se habrán resistido a probar los típicos gelattos que ofrecen
durante todo el año las famosas heladerías del centro. Pocos también, o quizá
ninguno, osaría probar paninos al
lampredotto, bocadillos con tripa de vaca que se venden en puestos callejeros
y que los oriundos consumen con placer.
Montecatini, la ciudad de las
termas y situada a poco más de sesenta kilómetros, acogerá para el descanso a
los chicos durante esta primera noche por la Toscana.
La vida sigue y el viaje también…
Callejeando con la cúpula de Brunelleschi al fondo |
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