Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCLXI)

Viejo cuartel de la Guardia Civil en Cacabelos hasta finales de los años cincuenta del siglo pasado

La avenida de Galicia  en los setenta. El edificio de la izquierda sustituyó al viejo cuartel

La misma zona en la actualidad

 

EL MISMO LUGAR, A LA MISMA HORA

Por Antonio Esteban González

 

Es el mismo lugar, no sé si a la misma hora y, con toda seguridad, no, el mismo año ni el mismo mes.

Entre una y otra fotografía hay muchos años de diferencia  -o de distancia-   y de generaciones. Unos han conocido el lugar de una manera y, otros, de otra y han pasado muchas cosas o, como diría un poeta: “ha pasado  mucha agua bajo los arcos de la puente y, no siempre, agua serena” entre otras cosas porque todo cambia o, como dice la canción medio olvidada, ”los tiempos cambian que es una barbaridad “ y si alguien tiene duda de esta afirmación observe  las fotos que presentamos esta semana.

La pobreza o la incuria han hecho posible fotos como una de estas dos  fotografías en la que se perciben todavía las secuelas de una guerra que marcó, trágicamente, a los españolitos de varias generaciones que han sabido emerger de las cenizas del desastre y cambiar el panorama asfixiante de un  ayer lejano por un día a día mejor.

Alguien dijo, al ver las fotografías, que aún recordaba, en los años de la posguerra, agujeros de disparos en lo que fue Casa Cuartel. Yo no sé cómo los guardias Civiles y las mujeres de los Guardias Civiles y los hijos de los Guardias Civiles podían vivir en casas  -a las casas de los guardias civiles se les llaman pabellones-   como estas. Pero vivían  -en realidad malvivían-   y eran capaces de mantener  -ellos, los Guardias Civiles-  el orden aunque el orden en los pueblos como Cacabelos se mantenía de otra manera.

Reflexionemos un instante mientras observamos las fotografías, tan separadas en la distancia y pensemos cómo ha cambiado todo, incluidos nosotros mismos que somos capaces de adaptarnos a los momentos difíciles y a los que no lo son tanto, aunque a los momentos que  no son difíciles uno se acostumbra.

Dos fotos de ayer. Un mismo lugar. Quizá a la misma hora, pero separadas por muchos años.

Así es la vida.