jueves, 2 de febrero de 2017

La lluvia también bendice los panecillos



Más que un incordio, la lluvia en este día de las Candelas ha sido también una bendición. Como suele decirse ni los más viejos del lugar recuerdan una sequía tan prolongada como ésta que padecemos en pleno invierno.
Así que, con lluvia o sin lluvia, los cacabelenses se acercaron al Santuario para cumplir un año  más con la tradición de llevar los panes a bendecir delante de Virgen de las Angustias. Abarrotaron el templo los madrugadores y el resto protegido por los paraguas esperó fuera la salida de don Jesús con el hisopo del agua bendita.















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