martes, 13 de diciembre de 2016

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCL)



Taller de bordado a máquina situado en el local que hoy es el bar Avenida 33


SANTA LUCÍA
Por Antonio Esteban González
No puedo asegurarlo de primera mano, pero creo que una de las santas  más respetadas  en la Corte Celestial y que goza de línea directa con Dios Padre, es Santa Lucía que  está muy por encima, en la consideración de los fieles, de santos aburridos como San Jerónimo, Santo Tomás de Aquino  -que aquí no goza de gran popularidad, ahora-  o de San Isidoro y sus ETIMOLOGIAS ya que estos santos pasan el día discutiendo aún sobre el sexo de los ángeles: que si son de género masculino o femenino o si no tienen sexo.
Santa Lucía, como  casamentera,   ha tenido fracasos  -también san Antonio-  pero esos fracasos son mínimos.  Y  son mínimos porque las cosas ahora son distintas ya que  el mundo actual, no es el de antes. Antes  había que solventar numerosos imponderables que surgían: que si el mozo no era bien visto por la futura mamá política; que si era un vivalavirgen o sea, un fiestero; que si no tenía ganas de casarse y había que darle un empujoncito… Eran las cosas del día a día. Hoy, ya se sabe, hay menos modistillas  y ya no existen  los talleres de costura. Hoy los talleres de costura están en China, en Indonesia o en Taiwán y en esos países no han oído  hablar de santa Lucía como santa casamentera. Hoy tiene, en nuestro mundo, menos peticiones de ayuda para buscar novio e, incluso, para curar conjuntivitis primaverales y ojos enrojecidos por el trabajo en los ordenadores porque los ojos enrojecidos y la conjuntivitis se cura con “Visprim”, de venta en farmacias.
Yo apostaría que muchas de las mozas que aparecen en la fotografía  -las que estaban por casar-  pedían con fervor, entre puntada y puntada, que la santa les proporcionase, sobre todo, un novio con el porvenir asegurado,  y, si no se lo creen, pregúntenselo. (También les dirán  -las que estaban casadas-  que le pedían no padecer orzuelos  que eran unos granitos dolorosos que nacían en los párpados inferiores).
Una muestra de aquellas labores de Vicenta, madre de  José Ramón
Y ahí están, en un local que, posiblemente era lo que hoy es AVENIDA 33 y que pertenecía a Sarmiento:  Carmiña, la de Saturno, la mujer de Barredo, Tere Costero  -¡ pobrecilla…¡ y que ya goza de la paz del Señor al lado de santa Lucía; Rosita, casada con Pepe, el de “La Golondrina”; Pili, la hija de Juanín, el “Cartero” y residente en Gijón o Vicenta, madre de José Ramón López.
Una foto con máquinas de coser modernas y modistillas enfrascadas en hacer un ojal o dar un pespunte,  pero, también, esperando el día trece de Diciembre, fiesta de su santa patrona y recordando un refrán que no era cierto: “Por santa Lucía, la noche es igual al día”…
O sea, una foto de ayer que no tiene nada que ver con el día de hoy.  
PD.- Felicidades a todas las que se llaman Lucía, especialmente a Lucía, la de LA MONCLOA, que sabemos que nos lee.

1 comentario:

  1. También aparece Lin (Aurelia), la hija de Juanín (el cartero) y residente en Barcelona, viuda de José González (el molinero), situada en la segunda fila de costureras, muchas gracias.

    Un cordial saludo.

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