Apenas faltan cuarenta y ocho horas para el inicio –ahora ya
en singular- de la Feria de Mayo, conocida también bastantes años atrás con el
nombre de Ferias de San Marcos o Cruz
de Mayo.
La denominación de San Marcos tiene que ver con del documento firmado por el rey Sancho IV en
1291 que concedía el privilegio al arzobispo de Santiago –Cacabelos pertenecía
entonces al arzobispado compostelano- para celebrar en nuestra villa una feria
que durase quince días a partir del día de San Marcos (25 de abril).
Nombrar estas ferias como las de la Cruz de Mayo se debe a
la coincidencia de su celebración con La
Intervención de la Santa Cruz o Cruz
de Mayo que la Iglesia conmemora el día
tres (el día central de la primavera) de este mes. Festejo que sin duda tiene sus orígenes en la celebración
precristiana conocida como Festividad de los Mayos y que en Villafranca del
Bierzo aún se puede contemplar alguno de los rituales ancestrales.
Sin duda estas ferias han gozado de fama nacional. Incluso
se han llegado a situar en importancia por
detrás de las de Medina del Campo en siglos pasados. Hoy se ven limitadas en el
tiempo a un día, aunque ciertamente con enorme éxito de feriantes y visitantes.
Durante aquellos días de mercado no todo era vender y
comprar. Conciertos, teatro, cine y otros espectáculos también tenían cabida. Como
ejemplo de lo que sucedía en 1910 incluyo unas curiosas páginas del programa de
aquel año.
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