La fiesta romana finalizó dejando el listón muy alto

Ni los más optimistas podrían haber imaginado que en seis años la Fiesta de Recreación Histórica Romana de Cacabelos lograría el éxito que está alcanzando. Con pasos de gigante los organizadores no sólo han sabido crear un espléndido espectáculo, sino que han sabido conquistar la atención del público. Desde el viernes Cacabelos se ha echado a la calle y ha recibido a centenares de visitantes ansiosos de contemplar la movida.

Ayer finalizaba la sexta edición marcada por un día tranquilo,  dentro de lo que puede significar tranquilo en la vida de una campamento romano. Poco después de su apertura, incluido el mercado y la exposición, por la mañana comenzó la miniolimpiada y los juegos infantiles romanos con la Legio IV Macedónica de Astúrica Augusta y las danzas orientales con las bailarinas de la Mansio Consular.

Por la tarde, y después de una copiosa comida romana, el teatro de Asamblearias de Lucus Augusti sirvió para despertar de una relajante siesta a la orilla del Cúa. Se sucedieron competiciones deportivas, exhibiciones de gladiadores y minigladiadores, juegos de precisión romana y degustación de tortillas y postres antes de clausurar el campamento.