FERIA EN CACABELOS, SÍ SEÑOR
Por Antonio Esteban González
Cuando este contador de historias o poeta con cuarenta y
tantos premios literarios a sus espaldas, pese a algunos, llegó a Lugo,
contactó con EL PROGRESO para escribir en él. No fue fácil hasta que comencé mi
andadura en la radio -COPE- en donde ejercí como crítico de cine.
Después, todo fue más fácil y colaboré con EL PROGRESO, y LA VOZ DE
GALICIA y, en EL PROGRESO, un día,
tropecé con don Anxo Fole, que se
interesó en saber mi procedencia y al decirle que, de Cacabelos, me dijo que
Cacabelos procedía de la palabra latina caccabulus
o caccabulum, diminuitivo de caccabus, que significa vasija u olla
pequeña de barro.
Después, me dijo -don
Anxo era historiador con amplios conocimientos de este pueblo, a lo que vi, y
siempre terminaba sus frases con el latiguillo sí, señor- : “Cacabelos es mencionado, si señor, por vez
primera en el siglo X, en la donación que hace Bermudo II al Monasterio de
Carracedelo, sí señor. En 1108, Diego Gelmírez, arzobispo de Compostela, levanta
la Iglesia de Santa María que aún conserva su ábside, sí señor. En 1138 Alfonso
VII dona a Gelmírez la villa, sí señor y has de saber, también, que en
Cacabelos hubo varios hospitales: San Lázaro, Santiago, Santa Catalina, Alfonso
Cabirto e Inés Domínguez, sí señor, e incluso, una aljama judía y que en 1291 Sancho IV concede a Cacabelos, sí
señor, una Feria anual de quince días de duración, que se celebraría en las
fiestas de la Cruz de Mayo a las que se añadirían las de san Miguel y San
Bartolo que es la feria del repollo, sí señor”.
Hasta aquí las palabras de don Ángel, a las que añado que la
foto de esta semana está tomada durante una de esas ferias, en lo que hoy es
Plaza del Vendimiador. Vemos la cabina de la báscula y las casas en donde hoy
abren sus puertas, en los soportales, varios establecimientos de bebidas.
Posiblemente la foto sea de la década de los años
cincuenta/sesenta del siglo pasado y nos recuerda una de aquellas ferias en las que se compraba y vendía de todo y que
nos muestra cómo era ayer la villa.
Una foto nostálgica, sí señor.
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