¡VIVAN LOS QUINTOS!
Antonio Esteban González
Escribo estas líneas en un invierno dulce como las uvas
dulces, maduradas por los últimos soles
en los altos del Castrillón.
Atrás, -al ver la
foto- pienso, quedan muchas
primaveras -cuarenta o casi
cuarenta- y muchos veranos de sol y
novias y otoños de frutos dorados. (El
futuro, partir del instante de la foto,
era una incógnita sin despejar o que se despeja precisamente ahora).
Yo creo que todos y cada uno de los mozos de la foto
pensaban, en ese futuro, aquel día en el
que pasaban de adolescentes barbilampiños a mozos con todos los derechos, comenzando por los
derechos sociales que apenas existían, aunque entre esos derechos no escritos,
pero de obligado cumplimiento, estaba el derecho a a emborracharse -con decencia- el día en que eran tallados, aun aquellos
que no bebían o bebían poco.
En la foto vemos a Tito Fernández, con un garrafón, garrafón
que cambiaría, pasados los años, por libros de historia escritos por él mismo.
También reconocemos a Tino Álvarez, a Víctor “Carocas”, a un hijo de Manolita,
a Eduardo Alba, a Quino “Kaika”, a Luís Lago que nos cedió la foto, a Gonzalo,
el del “Dédalo”, ya fallecido, a Carlos de Francisco, que mantiene vivo este
blog, a Fernando, el del Veterinario y a Ángel, el panadero.
Una foto de ayer, vista hoy y que seguramente, como digo
siempre, llenará de nostalgia a muchos. (Y, por cierto, ¿alguien conoce el nombre del mozo que, en la
fila superior, muestra un jarro de vino? ¿Se llamaba Toño o se llamaba Paco?
Esperamos que alguien nos lo diga.
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