Alejandro, Pregonero de BergiOcio 2014 |
Buenos
días a todos.
Permitidme comenzar con un sincero y
profundo agradecimiento. Primero al Excmo. Ayuntamiento de Cacabelos, al Sr.
Alcalde, Don Adolfo Canedo Cascallana y a toda la corporación municipal, por la
deferencia que me han dispensado al haber pensado en mí como pregonero de
Bergiocio 2014.
Gracias en nombre de la juventud de
Cacabelos, por esta marca que nos ofrece una variada programación de actos
culturales, deportivos y lúdicos.
Gracias a todos los que estáis aquí
acompañándome, por las muestras de cariño y afecto que me habéis dado. Recibid
mi gratitud con toda la sencillez y franqueza del que os habla, que en absoluto
se siente merecedor de dar hoy este pregón.
Permitidme también mi reconocimiento en
versos de Neruda a la palabra que
agradece, gracias a gracias por cuanto esta palabra derrite nieve o hielo.
Donde aparece su pétalo pequeño se esconden los puñales del orgullo y aparece
un centavo de sonrisa.
Sin duda, es un honor estar en esta plaza
donde hace trece años ensayaba mis primeros torpes pasos, siempre bajo la
atenta vigilancia de mis padres o abuelos para que no me precipitara escalones
abajo.
Me siento realmente orgulloso de ser
cacabelense.
Es una suerte poder tener el apoyo de tu
pueblo, de tus vecinos.
Cada vez que he logrado un galardón
literario, he contado con la felicitación de Cacabelos.
Pero lo más importante no es ese parabién
recibido por el mérito, sino ese respaldo constante que te anima a seguir
trabajando con voluntad, esfuerzo y dedicación.
Es agradable encontrarse por la calle con
tantos vecinos y amigos que afectuosamente se interesan por saber si sigues
escribiendo, si estas preparándote para algún certamen nacional o simplemente
quieren leer tu último cuento o poesía.
Todas esas personas que creéis en mí, en
mis posibilidades, me proporcionáis el principal empuje para seguir
escribiendo.
Se jugar con las palabras, las enlazo,
realizo con ellas mil piruetas que se transforman en armoniosas composiciones.
A veces danzan libres en mi mente creando metáforas imposibles.
Otros son habilidosos con un balón, con un
instrumento musical, o en cualquier otra disciplina artística, científica o
deportiva.
Pero seguro que nadie destaca en su campo
sin esfuerzo. La calidad no es fruto de la casualidad ni de la suerte, siempre
es el resultado de un arduo trabajo.
La diferencia entre hacer algo ordinario y
extraordinario es precisamente el prefijo extra, el tiempo “de más” que debes
emplear.
Esto no significa que no puedas tener otras
aficiones. A todos nos gusta salir con los amigos, ir al cine, jugar con
videojuegos o practicar diferentes deportes.
Hay 86.400 segundos en un día,
sencillamente se trata de organizar como emplearlos.
Toda esa constancia debe ir siempre
acompañada de un enorme entusiasmo, disfrutar con lo que haces. Creer en ti
mismo.
Isabel Allende en una entrevista reciente
aseguraba que para ella ser escritor se asemejaba mucho a ser deportista. Para
competir en cualquier deporte se
necesita entrenar montones de horas. Un novelista debe escribir diariamente
siendo consciente, de que la mayoría de lo que ha redactado acabará en la
papelera.
Para hacer un escrito de calidad hay que
dedicarle mucho tiempo. A veces uno se queda sin saber cómo continuar la
historia, preso de un angustioso bloqueo.
En “la musa encriptada”, cuento con el que
obtuve el primer
premio del X CONCURSO NACIONAL LITERARIO “GUSTAVO MARTÍN GARZO” describía esa
sensación de la siguiente forma: “En algunas ocasiones, incluso podía sentir esa sacudida tenebrosa, que
se origina cuando la musa es raptada por las sombras anodinas de la página en
blanco y las palabras no se atreven a fluir”.
En esos
instantes en
los que el desánimo te envuelve en su lóbrego celaje invitándote a abandonar; hay que remendar los jirones de tu maltrecha gallardía y no darse por
vencido.
Nelson Mandela
decía que el hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquél que
conquista ese miedo.
Si temes
fracasar estás perdido. No
es más grande aquel que nunca falla, sino el que nunca deja de luchar por
lograr sus metas.
En la dificultad
reside la grandeza de lo que haces. El verdadero valor de ganar o conseguir un
premio está en el esfuerzo que te ha costado lograrlo.
También hay que
ser consciente de que no vas a ganar siempre. No pasa nada, simplemente hay que
volver a empezar.
Es peor no intentarlo que perder.
Permitidme que
aproveche este pregón para animar a todos, especialmente a los más jóvenes a
perseguir sus sueños, a estar dispuestos a luchar para alcanzarlos.
Y no se me
ocurre mejor forma de hacerlo que recurrir a la lectura de algunos versos
sueltos del poema de Walt Whitman “No te detengas”.
“No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
Sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas…”
Termino
agradeciendo de nuevo vuestra atención.
Gracias
por permitirme dar el pistoletazo de salida a Bergiocio 2014 y parafraseando de
nuevo a Neruda poder celebrar lo que
sucede dejando en vez de canto o testimonio, un porfiado esqueleto de palabras.
¡Que
la Virgen de la V Angustia nos
acompañe!
Disfrutad
de Bergiocio 2014 y de las fiestas de la Pascua.
¡Viva
Cacabelos!
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