sábado, 12 de octubre de 2013

Cacabelenses por el universo: Antonio Fernández Gallardo en Uruguay

Antonio en la Plaza  de Cacabelos donde dio los primeros pasos

    Casi cincuenta años lleva Antonio residiendo en Uruguay. Tantos años ya que la mayor parte de la película de su vida se ha rodado por las calles de Montevideo, capital de esa república sudamericana donde reside.
Como a tantos otros, los diez mil kilómetros de distancia y el tiempo no han conseguido olvidar sus orígenes. Su familia y su pueblo viven permanentemente en su corazón.
   Antonio Fernández Gallardo nació en Cacabelos en el turbulento año de 1938. Y lo hizo en una casa en el mismo centro del pueblo que le permitió dar los primeros pasos por el recién estrenado jardín y por los típicos soportales de la Plaza Mayor.
    Los recuerdos de aquellos años de  infancia y primera adolescencia están marcados por la escuela:
-Con poco más de dos años fui a la escuela de doña Vicenta, después con don Augusto a la Escuela Nacional(Escuelas Nacionales o de la Villa era el nombre de los colegios públicos de entonces)y más tarde a la famosa Academia Gil y Carrasco.
     
La última vez que vio a su padre. En Carranza con Mery, su madre, su tía Nice y su padre
Antonio, Toñín como aún le llaman cariñosamente aquí sus familiares y amigos, pertenece a una familia notable y estimada de Cacabelos. Es, junto con sus hermanos Carlos y Mery, hijo de doña Carmen y don Carlos, quien tenía una concesión de RENFE para el transporte de mercancías y falleció en un terrible accidente de circulación.  
    Su padre conoció en Toral de los Vados a un sacerdote  que se encontraba por estas tierras bercianas buscando niños con vocación religiosa para llevarlos a su colegio. Don Carlos era un apasionado de la nación germana y la circunstancia de que  el cura fuese de aquel país inclinó la balanza para que el jovencito se fuese con él al  seminario de Comillas en Santander.
-Dos años estuve allí. Después me mandaron  a la localidad vizcaína de Carranza donde los Padres Palotinos, eran todos alemanes,  tenían un colegio vocacional. Después me llevaron a hacer el Noviciado y Filosofía en la Universidad de los Palotinos en  Bamberg, ciudad alemana de Baviera.
    Aún no había terminado la “gira”. Durante los cuatro años de Teología  y uno más de Estudios Pastorales residió a orillas del Rin en la ciudad de Coblenza. Finalmente, el 15 de julio de 1962, se ordena sacerdote en la también alemana ciudad de Augsburgo.
    El 25 de julio de ese mismo año canta misa en Las Angustias, donde había sido en su infancia monaguillo de don Antonio, aquel singular cura nacido en Cebrones del Río. Regresa temporalmente a Alemania desde donde es enviado a Uruguay en 1964 para ejercer su labor apostólica y educadora en Colegio-Liceo Pallotti de Montevideo.
Antonio con sus alumnos del Colegio Pallotti de Montevideo. 1965
-Poco después de mi llegada también ejercí de capellán en un psiquiátrico y en un hospital de leprosos y tuberculosos. Los jueves visitaba un hospital oncológico y los sábados acudía a un barrio de chavolas. Al mismo tiempo  colaboraba con los Traperos de Emaús.
    Así se sucedían los días de este misionero cacabelense, ayudando a unos sumidos en la miseria y a otros en el sufrimiento de la enfermedad. El fallecimiento del párroco de Ntra. Sra. de Lourdes, iglesia muy frecuentada por feligreses de alta categoría social y económica de la ciudad, la mayoría pertenecientes a las colonias polacas y alemanas, iba a marcar el futuro. Antonio ocupará su lugar.
-Al llegar a esa parroquia sufrí un choque enorme. Estaba situada en el centro comercial y financiero de Montevideo. Como parroquia, lo que se debe entender como parroquia, cero. Los feligreses acudían a ella desde  otros puntos de la ciudad para celebrar las bodas, atraídos solamente por la distinción que representaba hacerlo allí. Todos los días celebraba cinco o seis. Los sábados ocho o nueve.
    Esa era la nueva misión que iba a ejercer de primer detonante de la crisis interna que se le venía encima.
Vinieron años de agitación social, las reuniones de los jóvenes en las iglesias, las críticas a los curas que se alejaban de los más necesitados, los primeros curas-obreros…que van despertando en Antonio la necesidad de tomar la difícil decisión de abandonar su puesto en el que entendía no ejercía prácticamente labor pastoral.
-Había tenido que dejar toda la labor anterior. Ahora me dedicaba solamente a casamientos. Celebraba bodas como  si hiciese chorizos en una fábrica.

    Durante los primeros tiempos como seglar trabaja haciendo seguros, muchos a diplomáticos. Consigue un puesto más estable en la Industria Papelera Uruguaya fundada por un gallego y en ella que permanece durante quince años. Posteriormente ejerce de gerente en el club social más antiguo de Uruguay: Club Social Alemán.
Antonio delante de su casa natal
    Pero todo  no iba a ser trabajo. Tiempo atrás había conocido a Gianella,  una niña hija de italiano y española. El tiempo fue pasando, la niña creciendo, se hicieron amigos…y la amistad se convirtió en amor. Un amor que tuvo su confirmación en una boda por lo civil. En aquellos años el Papa no concedía dispensa a los sacerdotes para casarse, la boda eclesiástica llegaría unos años más tarde:
-  Tengo una hija, María José, a la que yo mismo bauticé. Cuando tuve la dispensa papal me casé por la Iglesia y me vinieron a acompañar varios de mis antiguos compañeros de sacerdocio. Tengo muy buena relación con ellos.
    Antonio, Toñin, ya está jubilado, su mujer sigue manteniendo la gerencia de los seguros que él había iniciado, su hija…casi cincuenta años en Montevideo, toda una vida como suele decirse. Ahora nos visita con más frecuencia. Aún este último verano disfrutó de unas buenas vacaciones entre la familia y amigos. Prácticamente todas las noches no perdonaba un paseo “por la fresca” acompañado de Lolo Couceiro compartiendo, seguramente, una y mil vivencias del pasado.
-Al volver después de veinte años, desde el 75 al 95, casi no conocía a la mitad de la gente, ni las calles. Me gustaba salir a pasear e ir descubriendo lo nuevo y recordando lo que había desaparecido. Y cuando estoy allí mentalmente veo el Ayuntamiento, el Parlamento (escaleras desaparecidas frente al Estanco donde se formaban tertulias), el río…
    Los recuerdos de su vida en Cacabelos hace más de sesenta años vuelven:
- Hasta que marché al colegio a los once años, recorría con mis amigos todos los rincones y alrededores. Mis amigos Tito Couceiro a quien después casé e incluso bauticé a su primer hijo, Arsenio mi primo, Cela..A Toñines el de don Camilo que nos cobraba una peseta por darnos una vuelta a la plaza en la moto. Aquellas dichosas inyecciones de vitaminas..
Amancio, Antonio con sotana, Negrín, Roberto, Mery y Mourelo en las Angustias
    En Montevideo viven otros cacabelenses con los que se ve Antonio.
-Uno es Emiliano, hermano de Ermitas la de Lizáfaro. Nos vemos casi todas las semanas, tiene 87 años y le enseño tu blog para vea las noticias. También están Estrella, Maruja, Rosario…
    Y Antonio, Toñín, que tiene el corazón partío, pero…
- Quiero que mis cenizas estén en Cacabelos, siempre lo dije.
Pues que tarden mucho tiempo en llegar, amigo.

16 comentarios:

  1. Caray su padre en aquellos años 1940 y pico apasionado de la nacion alemana me dice mucho de sus ideales...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Deberias de leer los textos al menos tres o cuatro veces para empezar,al menos,a medioentender lo que crees que estas leyendo.
      El leer un texto no implica,y eres un ejemplo palmario,entender lo que se tiene delante.

      Eliminar
    2. Perdona pero a lo mejor leo y comprendo tanto como tu o mas.Desgraciadamente en aquella epoca los Don Y Doñas solo se reservaban para 4 y el hecho de que el Estado le diera la concesion de transporte de Renfe me da a entender q muy desafecto al regimen no seria.Mis abuelos no eran ni dones ni doñas y malamente mis padres pudieron ir a la escuela a aprender a leer y a escribir .Yo opino libremente sobre lo q leo y el q no quiera o le moleste q no cuente su vida...
      Antonio de Madrid

      Eliminar
    3. Y tú demuestras "mucha educación" insultando y llamando ignorante a la gente.

      Eliminar
    4. La familia nos vais a tener que perdonar, pero Antonio de Madrid (que encima firma) tiene toda la razón. No hace falta conocer a un señor que se murió en el año pum para opinar en función de lo que se lee en el artículo. Que si en los años 40 era "un apasionado de la nación germana" y le dieron una concesión de Renfe queda bastante clara su ideología, que a lo mejor no, pero con esos dos datos no cabe otra conclusión. De todas formas media España tenía esa ideología en aquella época, la otra mitad no, No puede contemplarse desde la óptica de hoy, pero tampoco puede recriminarse a nadie que llegue a esas conclusiones.

      Eliminar
    5. Pues me da que en cuanto a la ideologia te equivocas de cabo a rabo.Aun queda gente que lo conocio y te podrían informar.No lo justifiques en cuanto a que media España tenia esa ideología.En cuanto a lo de germanófilo dime con datos si el ser anglófilo significaba que cuando acabo la II GM se nos rescato de una dictadura que duró cuarenta años,o se dejo este país en manos de un asesino porque la nación era germanófila.
      Antonio de Madrid,y yo Antoñita la de Ronda...te vale?

      Eliminar
    6. ¿¿¿¿????? Pues si que un comentario de menos de una línea levanta los ánimos. En fin, no merece la pena seguir enredando, que enseguida se dicen "memeces"

      Eliminar
    7. No entiendo a todos esos familiares amigos etc que han puesto el grito en el cielo por un pequeño comentario͵por Dios como se exhalta el personal.Si lo hubieran dejado correr creo que le habrian hecho mas bien

      Eliminar
    8. Exalta sin h.Esto ya parece Salvame.je

      Eliminar
  2. Ya salió el enterado de turno juzgando sin tener pajolera idea.

    ResponderEliminar
  3. Antonio, magnífica persona, él y su familia. Enhorabuena por el artículo

    ResponderEliminar
  4. Bueno y ¿qué que fuera un apasionado germanófilo..?.. Aquí ha habido y hay apasionados stalinistas y, si tan malo es ser germanófilo, tan malo es, también ser comunista stalinista o lo que sea. Que quien esté libre de errores que tire la primera piedra.

    ResponderEliminar
  5. Madre mia cuanto rollo por un simple comentario.Me importa un comino si fue falangista o no .Eso ya es mas antiguo q el hilo negro

    ResponderEliminar
  6. Bonito artículo Carlos, me encantan las fotos antiguas que has publicado, en la última Mery está muy guapa y feliz. Toño se conserva muy bien, al final el verano pasa rápido y hemos tenido poco tiempo para hablar. Un abrazo fuerte y hasta pronto Toño.

    ResponderEliminar
  7. Ni idea,deberías de informarte de quien era y dejar ese resentimiento social que se lee entre líneas que tienes!,,,,

    ResponderEliminar
  8. Ante todo gracias Carlos.
    Para quién no lo sepa, creo que se ha malinterpretado la "famosa frase" de mi tío, mi abuelo Carlos era socialista y si alguien lo conoció sabrá que digo la verdad. No vale la pena discutir por algo que seguro se debía de haber expresado mejor.

    ResponderEliminar