David se sube al podium en Salamanca

David muestra el trofeo conquistado en Salamanca

El pasado mes de abril el cacabelense David González Guerrero debutaba en competición oficial participando en el III Slalom de Automovilismo La Veguilla en la localidad zamorana de Benavente. Este fin de semana compitió por segunda vez, en esta ocasión en Salamanca, y aquel quinto puesto en La Veguilla se convirtió en primero rodando por las tierras charras.

Los primeros buenos presagios se anunciaban al llegar al parque cerrado para los participantes del  IV Slalom de Salamanca: David y su equipo eran los segundos en tomar posesión de su “parcela” y montar su carpa. Hasta ella se acercaron muchos bercianos que por diversas razones se encuentran viviendo en Salamanca.

-        -  Se acercaron muchos amigos del Bierzo, hubo un rato que la carpa parecía la Casa del Bierzo en Salamanca, afirmaba David recién llegado a Cacabelos.

Después de las dos mangas de entrenamiento cronometradas y las dos mangas oficiales las dudas se despejaron: el ganador era David.

No fue fácil alzarse con el triunfo. El coche del berciano fue perdiendo piezas por el camino a causa de un malvado bache que estuvo a punto de dejarle sólo con  el chasis: primero fue un intermitente, luego un paso de rueda, posteriormente una aleta doblada, después voló un aletín y finalmente lo hizo una trompeta del carburador.  Otras dificultades técnicas se sumaron al buen desarrollo del coche que no fueron suficientes para frenar la buena marcha de la prueba.

David compitiendo. Se pueden observar los desperfectos del coche

-        -  Cuando terminamos la segunda manga de entrenamientos ya estoy más contento. Me dan los tiempos y…¡la he clavado! Casi dos segundos le saco al segundo. Pienso: ¡coño! Eso es mucho tiempo. Ya casi pienso…a ver si voy a ganar de verdad.

Llega la hora de  la verdad. Después de las dos mangas oficiales el cronómetro lo confirma: ¡PRIMERO!

David, relamiéndose con las mieles del triunfo, recuerda las penalidades de estos últimos años: 

-Preparar el coche, los euros gastados, tiritas y betadine, miles de horas de trabajo, la mala leche con la parienta y la familia por culpa de las carreras, pero todo ha merecido la pena…¡Hemos ganado!

Este campeón ya ha demostrado sus magníficas cualidades para practicar esta modalidad deportiva. Pero necesita, no sólo el apoyo de la familia y seguidores, sino también un buen patrocinador que le ayude a  sufragar los muchos gastos que suponen la participación en las distintas pruebas, tanto por los desplazamientos como por la puesta a punto del vehículo.