Roban un banco en Cacabelos

No se trata del robo a un banco de los que se dedican a las preferentes o  a las hipotecas. Quizá, si así fuera, a más de uno le recorrería el cuerpo una cierta sensación de regocijo. Pero no, el objeto del robo ha sido simple y llanamente un humilde banco para sentarse y que su dueño, Mundo, mantenía a las puertas de su taller de carpintería para pegar la hebra con los amigos en los momentos de descanso o para tomar el fresco en las noches veraniegas. Con nocturnidad y, se supone, con alevosía fue robado la noche del sábado pasado.

Contaba el torero Domingo Ortega que en una ocasión fue presentado Ortega y Gasset al también torero Rafael Gómez “El Gallo”. Éste, enterado que se trataba de un filósofo contestó:

- Tié q’haber gente pa’tó.

Pues también tié q’haber ladrones de tó. En la actualidad los cacos fijan su atención en lo que menos podemos imaginar. Un día desaparecen las tapas de los registros del agua, otro unas simples cebollas que esperaban ser recolectadas por su dueño, otro la bombona vacía que pacientemente aguardaba el paso del butanero...y así hasta donde nuestra fantasía sea capaz de llevarnos.

Aviso pidiendo donativos para el nuevo banco. Los billetes directamente a Mundo, sin pasar por el bote

Esta vez le ha tocado el turno al banco de Mundín , que ajeno al mundanal ruido, aguardaba pacientemente en la calle de Elías Iglesias a cumplir su cometido de soportar los glúteos de unos y otros, de otras y unas.

Los tiempos, todos lo sabemos, no están para grandes dispendios. Y la víctima del robo,  que sueña con poder ofrecer a sus visitas un lugar para descansar y charlar, ha colocado en la puerta del taller la noticia del suceso y un diminuto bote donde los voluntarios puedan aportar un pequeño óbolo para adquirir otro banco.

 El turno de los cacabelenses llega ahora. Dejemos, pues, que hablen. Mejor dicho, dejemos que tributen. Voluntariamente, ya se entiende.