Poco dura la alegría en la casa del pobre. Si la mañana del pasado Domingo de Pascua se engalanó con un sol espléndido, las nubes regalaron cántaros de agua durante la tarde y noche. En consecuencia se suspendieron los tradicionales fuegos artificiales en la orilla del Cúa que ya estaban preparados para su encendido por la Pirotecnia Pibierzo.
He eliminado un comentario a esta entrada porque el autor, parapetado en el anonimato,no respetaba las normas éticas mínimas exigidas.
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