lunes, 21 de enero de 2013

El cacabelense Ricardo García a la cabeza de la Nanotecnología a nivel mundial



Por  este cuaderno van pasando las charlas con  algunos cacabelenses que por sus méritos, creo,  merecen ser más conocidos por todos nosotros .
Desde hace tiempo tenía el deseo de subir a estas páginas al contertulio de hoy. Y no sólo para satisfacer el mío, sino también el de algún lector que también me había sugerido el mismo personaje por tener conocimiento del prestigio que adorna a este amigo. 
Foto El Mundo

Se trata de Ricardo García García,  desde hace unos años residente en Madrid y nostálgico de Cacabelos a donde regresa cuando sus ocupaciones se lo permiten.
Ricardo pertenece a una familia muy conocida por todos. Si os digo que es hijo de Santiago, si os nombro la marca de patatas fritas Kaskalín o si hablamos especialistas en proyectos de cubiertas de pizarra  seguramente no hará falta dar más señas.
Desde su época de estudiante en el Colegio Público “Virgen de la Quinta Angustia y en el Instituto Bergidum Flavium, Ricardo ha realizado un largo y fructífero recorrido profesional. Hasta hace unos meses ha trabajado en el Instituto de Microelectrónica de Madrid y en la actualidad lo hace en el Instituto de Ciencia de Materiales. Comenzó como científico titular , luego como investigador científico hasta llegar  a Profesor de Investigación, la máxima categoría del CSIC(Consejo Superior de Investigaciones Científicas). En el entorno científico donde se mueve está considerado como uno de los investigadores de gran proyección internacional.  Varios premios a nivel nacional e internacional avalan sus trabajos(Comunidad de Madrid , Sociedad Americana de Física, EE.UU), así como su amplia bibliografía, los cursos impartidos, ponencias en congresos, etc.
No es fácil entender el mundo científico por el que se mueve Ricardo para quienes somos inexpertos en tal materia, la Nanotecnología.
- ¿Qué es la dichosa Nonotecnología, Ricardo?
- La Nanotecnología engloba un conjunto de métodos y técnicas que por una parte tienen la capacidad de manipular la materia a la escala de los átomos y por otra parte nos permite comprender las propiedades de pequeños grupos de átomos. A partir de ese conocimiento es posible desarrollar nuevos materiales muy ligeros y resistentes formados a partir de fibras de carbono, o medicamentos más eficaces contra el cáncer, o teléfonos inteligentes más rápidos, ligeros y con menor consumo de energía. Cuando yo tenía 10 años los aparatos de radio tenían unas antenas de 1 m de longitud y el sonido era muy deficiente aunque la emisora estuviese en Ponferrada. Ahora un teléfono de última generación, que cabe perfectamente en la palma de la mano y pesa unos 100 gramos, nos  permite mantener una conversación con otra persona a 6000 km de distancia. La antena del teléfono es tan minúscula que ni la vemos ni siquiera sabemos en que parte del teléfono se encuentra. La Nanotecnología es necesaria e imprescindible para permitir y facilitar la vida humana en un planeta con más de 7000 millones de habitantes, casi tres veces más de los que había cuando yo nací.
Empezamos bien, aprendiendo y poniéndonos en situación para lo que pueda venir después. Pero nos interesa no sólo el Ricardo científico, sino también el Ricardo que vemos por nuestras calles cuando regresa a Cacabelos.
-  Naciste en Arganza, supongo que por razones familiares, pero creo que pronto llegaste a Cacabelos...
-Efectivamente, nací en Arganza en la casa donde vivían mis abuelos maternos. Allí pasé muchos veranos. Todavía estoy muy ligado a Arganza pues tengo una plantación de árboles. Mis padres vivían en Cacabelos, en la Casería. Cuando tenía 5 años se trasladaron a Ponferrada. Regresamos de nuevo a Cacabelos cuando yo tenía 9 años.
-¿En dónde realizaste la Educación Primaria?
-La mayor parte la realicé Ponferrada. El último curso lo hice  en las escuelas de Cacabelos. Recuerdo al maestro que tuve en Cacabelos, don Marcelino, que me recibió con cariño y facilitó mi integración en el curso.
-Ricardo. Varias generaciones recordamos a don Marcelino con cariño y reconocimiento por su enorme labor en la enseñanza durante varias décadas en Cacabelos.
Inmediatamente ingresas en el casi recién inaugurado Instituto de Cacabelos.
-La etapa del instituto fue sencillamente única. Había chicos y chicas de toda la comarca con una gran variedad de orígenes sociales, personalidades y aptitudes. Por otra parte, España estaba rejuveneciéndose, era la época de la transición a la Democracia. Fue una etapa  llena de cambios a nivel tanto personal como colectivo. Fue un periodo lleno de oportunidades y, en general, optimismo. Objetivamente  teníamos menos recursos de los que disponemos en la actualidad, pero la sociedad era mucho más abierta a lo que el futuro podría ofrecer. Considero que la enseñanza impartida en el Instituto de Cacabelos fue de gran calidad. Los profesores que tuve estaban muy comprometidos con su trabajo. Me acuerdo con cariño y reconocimiento de varios ellos, por ejemplo, José Luis Uría (educación física), Gaudioso (Filosofía), Félix Bello (Literatura), José Antonio (Matemáticas), Calixto (Física), Ana (Biología), Elena (Historia), César Cabezas (Lingüística)…Francisco Mate, nunca me dio clase, pero siempre ha mostrado un interés genuino por conocer la evolución de mi trayectoria profesional. 
- Desde muy joven has practicado deporte.Te recuerdo corriendo por los alrededores de Cacabelos cuando aún no era una imagen habitual hacer ese tipo de actividad en los pueblos. ¿Sigues practicando algún deporte?
-Correr (atletismo) ha sido mi deporte preferido durante más de 25 años. Lo he practicado tanto a nivel competitivo como a nivel recreacional. En la etapa del Instituto competí en varios campeonatos provinciales de pista y de campo a través. También participé en competiciones de voleibol y baloncesto. En una ocasión en voleibol quedamos los primeros entre los colegios e institutos del Bierzo y  acudimos a la fase final a León donde  no tuvimos ninguna opción. También hice un poco de piragüismo en el club fundado por Prada.
En la actualidad práctico con asiduidad el ciclismo de montaña. Cuando la agenda lo permite participo en las pruebas del campeonato de España. También juego al tenis y participo en las ligas locales.
-¿Cómo recuerdas al Cacabelos de tus tiempos de Instituto y de Universidad? ¿Cómo vivías la vida del pueblo?
-Tengo una imagen atemporal de Cacabelos que no está vinculada a época alguna. Recuerdo con cierta nostalgia la intensidad y la novedad de las verbenas de las fiestas de la Pascua y la frustración que suponía que fuese a llover. También recuerdo la explosión de actividad que se desarrollaba  al comenzar la vendimia.  Otro recuerdo de fueron las noticias sobre las excavaciones arqueológicas en la Peña del  Castro. Hicimos  numerosas  excursiones para adentrarnos en sus galerías.
-Finalizas los estudios en el Instituto y tienes que elegir carrera. ¿Por qué decidiste hacer Físicas?  ¿Valoraste otras opciones de estudio?
-Dos años antes de finalizar el bachillerato ya me había decantado por hacer Físicas.
Me sentía cómodo formulando preguntas y buscando respuestas sobre como funcionan las cosas que hay a mí alrededor. Sentía interés por averiguar como funciona el motor de un coche o de donde sale el agua que baja por los ríos. Siempre he tenido una tendencia para buscar respuestas ‘objetivas’ es decir, que no dependiesen de la persona que las comunicase, lo cuál me hizo apartarme de otras disciplinas, que también me atraían como la Filosofía, pero que percibía más interpretativas. En ese sentido estudiar Físicas era la más apropiado. De todas formas, consideré brevemente estudiar Económicas.
-Te vas a Valladolid a estudiar. ¿Eliges esta ciudad por motivos familiares u otros?
-Mi padre trabajaba allí, así que la elección estuvo motivada por motivos familiares.
-Te tocó vivir en tus años jóvenes la Transición y la llegada de la Democracia. Participaste, recuerdo, activamente, en política. ¿Cómo están presentes en ti aquellos intensos años?
-Efectivamente, durante los dos últimos años de bachillerato, tenía 15-16 años, estuve bastante involucrado en actividades que yo entendí necesarias para lograr  la implantación de la Democracia. Esos dos años fueron, es verdad,  muy intensos. De alguna forma fui capaz de estudiar, hacer deporte y estar involucrado con lo que sucedía tanto a nivel local como nacional. Como anécdota recuerdo las reuniones “semiclandestinas” que durante los años de 1975, 1976 y comienzos de 1977 se celebraron en la bodega que David Gancedo tenía en la calle Santa María. No podría decir si sirvieron  para algo. A mi me hicieron sentirme protagonista del cambio que se avecinaba.
De esa época, recuerdo  una película de Elia Kazán, ‘Esplendor en la hierba’, que aunque no gravita sobre temas políticos, si captura la intensidad y la mezcla de sentimientos  que existen durante la transición  entre la adolescencia y la juventud.  Así recuerdo esos años. En mi caso esa transición de la adolescencia coincidió con la Transición política.
-Saltamos en el tiempo, concluyes tu etapa universitaria en Valladolid y emprendes una nueva etapa en Madrid para hacer el doctorado...
-El último año de carrera un profesor de la Universidad Autónoma de Madrid realizó una presentación sobre la invención de un nuevo tipo de microscopio que podía visualizar átomos (microscopio de efecto túnel, STM son las siglas en inglés). El tema me atrajo de inmediato. Al finalizar la carrera  el mismo profesor (Nicolás García) ofreció una beca para realizar una tesis doctoral que incluía la construcción de un microscopio de efecto túnel. Me interesó el tema de trabajo, realicé  una entrevista y comencé a trabajar en el proyecto. En 1986 cuando yo llevaba un año trabajando en el proyecto, el premio Nobel de Física lo recibieron los inventores del microscopio de Efecto túnel (Gerg Binnig y Heinrich Roher)
- Nos perderíamos sólo con leer el título de tu tesis. ¿Sobre qué trata?
-Es cierto,  el título no creo que sea relevante, el tema lo puede ser más. La tesis versó sobre la teoría y algunas aplicaciones  experimentales de la microscopía de efecto túnel.
-Terminas en Madrid. ¿Te vas ya directamente a EE.UU?
-Al finalizar la tesis me ofrecieron un empleo como investigador científico en el departamento de Química de la Universidad de Nuevo Mexico. Los aspectos científicos y las condiciones del empleo me resultaron sumamente atractivas.
-¿Cuál fue tu labor allí y en qué universidades?
-Estuve construyendo y desarrollando diversas técnicas de microscopía. El objetivo era resolver la doble hélice de las moléculas de DNA en un medio fisiológico. El proyecto se inició en la Universidad de Nuevo México (EE.UU.) y luego se prosiguió en la Universidad de Oregón, donde estuve trabajando desde 1991 hasta finales de 1993.
-Regresas a España, ¿por qué al CSIC? ¿En qué puesto?
-Durante el verano de 1993 recibí dos ofertas de dos institutos del CSIC. Acepté una de ellas, en el Instituto de Microelectrónica de Madrid. Donde he estado trabajado hasta hace unos meses que me he trasladado al Instituto de Ciencia de Materiales. Empecé como científico titular, luego pasé a investigador científico y finalmente a Profesor de investigación.
-¿No te tentó irte a la industria privada? ¿Tuviste ofertas en América de las universidades o de la industria privada?
-Hubo contactos con una compañía, IBM y con varias universidades y centros de investigación de EE.UU, Holanda e Italia pero la combinación entre los vínculos familiares junto con el deseo contribuir directamente al desarrollo científico en España me animaron a regresar a España.
-Algunos de tus trabajos y logros han sido reconocidos. Tengo anotados el del microscopio más pequeños del mundo, el número Pi más pequeño, el Método de utilización de un microscopio de fuerzas atómicas y microscopio. ¿Cuál destacarías más y por qué?
-Pienso que los mejores trabajos y logros científicos aún están por venir. Las contribuciones tanto teóricas como experimentales que he realizado, en colaboración con otros científicos, para mejorar la resolución,  la sensibilidad y el contraste de la microscopía de fuerzas son mis preferidas.
-Quizá para al público nos sea más atractivo el del “Quijote”.
-Para celebrar el 400 aniversario de la escritura del El Quijote decidí escribir las primeras páginas del libro en letras muy pequeñas, de forma  que todo el ‘Quijote’ pudiera escribirse en el espacio equivalente al de la punta de un cabello. Fue un resultado que tuvo mucha repercusión mediática aunque sin gran interés científico pues estaba basado en conocimientos ya publicados.
La conversación con Ricardo podría prolongarse mucho más. Como suele decirse, habría mucha tela que cortar. Con estas pinceladas podremos conocer un poco mejor su trayectoria personal y profesional.Podéis ampliar la información abriendo algunos enlaces e incluso contemplar a nuestro Profesor en acción.
-¿Algo más, Ricardo?
-Ha sido un placer realizar la entrevista. Muchas gracias.
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5 comentarios:

  1. Bien por Ricardo, gracias Carlos. Que recuersos de instituto, de Hilario Camacho, él me dejaba sus discos y la afiliación a UJC en ponferrada en el año 75 ¡Qué tiempos!

    Lo comparto en mi facebook con tu permiso

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  2. Ricardo...algún comentaremos dos o tres anecdotas entrañables de las reunions en la bodega de Gancedo...
    Qué tiempos!

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  3. Fermín López Costero21 de enero de 2013, 19:33

    Mi enhorabuena a Ricardo por toda su trayectoria. En el instituto siempre fue un ejemplo para todos los que veníamos detrás. Estoy seguro de que sus mayores logros aún están por llegar. Un abrazo.

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  4. Vaya gente que da mi pueblín. Carlos gracias por descubrirnos estos ejemplos.

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  5. tu padre nos lleno de patatas fritas a todo el pueblo y tu de orgullo de ser de Cacabelos
    felicidades

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