lunes, 17 de diciembre de 2012

Adiós al último almacén de sal

El almacén de sal se encontraba en la casa con la valla metálica

La fotografía de la calle de los Morales que ilustra este pequeño comentario incluye el edificio que un día fue almacén de sal y que ya es historia. Hace pocos días fue derruido con el fin de edificar una nueva casa sobre el solar.
Incluir en este cuaderno la noticia de su demolición no se debe a que fuese una edificación singular o que gozase de algún valor añadido.  El pobre tampoco poseía ningún encanto estético. Es más, desde que Suso Lobín, dejó de utilizarlo como almacén de fontanería, comenzó a notarse su deterioro al estar prácticamente abandonado. Sin duda el nuevo edificio mejorará la visión de esa calle que tan importante fue para la expansión de nuestro pueblo en épocas pasadas.
Esta insignificante noticia quizá sea un mero pretexto para, como en otras ocasiones,  rememorar con cierta  nostalgia  aquel Cacabelos ya desaparecido. Pero también servirá para divulgar entre los jóvenes la existencia de aquella clase de establecimientos.
El almacén pertenecía al bien abastecido Comercio de Guerra (leer también Una peseta de galletas partidas ) que ocupaba el lugar donde hoy se encuentra Caja España. Estaba destinado para contener enorme cantidad de sal, toneladas, que se acumulaba allí para ser vendida principalmente en el tiempo de las matanzas. No es preciso recordar que hasta hace dos o tres décadas rara era la familia en el pueblo y pueblos aledaños que no sacrificaba algún cerdo. Y la sal era un elemento imprescindible para la conservación de los jamones, espinazos, orejas, etc. además de ser usada el resto del año para la alimentación, para hacer salmuera o para conservar las pieles de los animales antes de ser curtidas.
Sin lugar a dudas en  ese depósito se descargaron  y se repartieron cientos y cientos de toneladas de ese condimento mineral a lo largo de los años que permaneció en servicio.
Algunos cacabelenses recuerdan en el mismo lugar unas estanterías sujetas  a las paredes. En ellas se colocaban  los sacos  de  productos de la época para evitar las plagas de los cultivos.

1 comentario:

  1. los sacos de sal gorda para curar los jamones, como lo recuerdo y eso que era un niño pero que pena que se pierdan las matanzas

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