¿Qué les sucede a los sauces llorones del Parque Municipal?
¿Tienen muchos años? ¿Sufrieron algún daño las raíces cuando las palas
trabajaron en las obras de encauzamiento?.
La realidad es que de un tiempo a esta parte se van muriendo
los más próximos a la orilla del Cúa. Como si se tratara de fichas de dominó
derribándose unas a otras en una hilera, los llorones se van muriendo siguiendo
un orden riguroso. Si anteriormente tuvieron ya que ser talados los troncos
secos de aquellos que se encontraban muy cerca de las compuertas del muro, este
verano comenzó a languidecer el siguiente en la lista. Desgraciadamente fue perdiendo las hojas y finalmente siguió
el mismo camino que sus hermanos más cercanos. Del resto tampoco se pueden
echar las campanas al vuelo. Algunos más comienzan ya a mostrar señales nada
optimistas sobre sus salud.
Estos días de atrás las brigadas de jardines podaban parte de las ramas de la última víctima con
el fin de emplearlas como leña en la hoguera del pasado magosto.
Los cacabelenses no podemos imaginar ese hermoso paseo sin la soberbia
presencia de los sauces llorones y sin la acogedora sombra que regalan(regalaban)
durante el verano.Su ausencia nos convertirá a nosotros también en llorones nostálgicos
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