LA VIDA SIGUE IGUAL
ANTONIO-ESTEBAN GONZALEZ
"Unos que nacen, otros morirán; unos que ríen, otros llorarán. Aguas sin cauce, ríos sin mar. La vida sigue igual..."
Y es muy cierto que unos nacen -dice la canción- y otros morirán, lo que no sé si es tan cierto es que haya aguas sin cauce y ríos sin mar, pero, eso sí, hay fotos como esta que tienen cien años y que nos recuerda esa canción. Cien años y algunos meses porque se supone que en mil novecientos doce -Carnaval, Carnaval, un Carnaval sin Georgie Dann- el Carnaval se celebraría en Febrero. O en Marzo. Según. Y la vida sigue igual.
¡Cuántas historias podrían contarnos los componentes de la polifónica cacabelense -siempre hay por quién vivir y a quién amar- hermosas o no tan hermosas, dulces o no tan dulces, ácidas o no tan ácidas...¡.¡Cuántos baúles de sueños guardados hasta que desaparecieron -sueños y baúles de sueños- en la nada del tiempo...¡.
Todos los que aparecen en la fotografía -de un tierno color sepia- han desaparecido y su memoria ni siquiera es memoria ni aun para sus allegados. Pero, lo que son las cosas: sus cosas -sus instrumentos- tal vez no hayan desaparecido y duerman en algún desván -¡Cuánta nota dormida...¡ esperando la mano de nácar que los despierte, como escribió el poeta- : la guitarra rota, el laúd sin cuerdas o la mandolina...¡. (Como la mandolina del capitán Corelli que fue fusilado en Capadocia por los alemanes y salvado por su novia, aunque no sé si Corelli tocaba o no tocaba la mandolina. Pensemos que sí. Hay un filme que cuenta esta historia).
Cien años ya y aquí está la foto con gentes que hoy cumplirían, por ejemplo, ciento cuarenta años -algunos- y otros -muy pocos- menos.
Seguramente todos vivieron tiempos de amargura y murieron lloviéndoles la tristeza por dentro: la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil -penas y glorias, guerras y paz- las películas de Stan Laurel y Oliver Hardy o de Johnny Weismuller -Tarzán de los Monos- o el estraperlo o las coplas de doña Concha Piquer o los goles de Lángara o las zamoranas de Ricardo Zamora o los tangos de Carlos Gardel o los hermosos años veinte que únicamente fueron hermosos para algunos.
Pero, como dice la canción -una canción que ellos no llegaron a cantar- al final, las obras quedan, las gentes se van, otros que vienen las continuarán..La vida sigue igual...
Y sigue igual.
"Unos que nacen, otros morirán; unos que ríen, otros llorarán. Aguas sin cauce, ríos sin mar. La vida sigue igual..."
Y es muy cierto que unos nacen -dice la canción- y otros morirán, lo que no sé si es tan cierto es que haya aguas sin cauce y ríos sin mar, pero, eso sí, hay fotos como esta que tienen cien años y que nos recuerda esa canción. Cien años y algunos meses porque se supone que en mil novecientos doce -Carnaval, Carnaval, un Carnaval sin Georgie Dann- el Carnaval se celebraría en Febrero. O en Marzo. Según. Y la vida sigue igual.
¡Cuántas historias podrían contarnos los componentes de la polifónica cacabelense -siempre hay por quién vivir y a quién amar- hermosas o no tan hermosas, dulces o no tan dulces, ácidas o no tan ácidas...¡.¡Cuántos baúles de sueños guardados hasta que desaparecieron -sueños y baúles de sueños- en la nada del tiempo...¡.
Todos los que aparecen en la fotografía -de un tierno color sepia- han desaparecido y su memoria ni siquiera es memoria ni aun para sus allegados. Pero, lo que son las cosas: sus cosas -sus instrumentos- tal vez no hayan desaparecido y duerman en algún desván -¡Cuánta nota dormida...¡ esperando la mano de nácar que los despierte, como escribió el poeta- : la guitarra rota, el laúd sin cuerdas o la mandolina...¡. (Como la mandolina del capitán Corelli que fue fusilado en Capadocia por los alemanes y salvado por su novia, aunque no sé si Corelli tocaba o no tocaba la mandolina. Pensemos que sí. Hay un filme que cuenta esta historia).
Cien años ya y aquí está la foto con gentes que hoy cumplirían, por ejemplo, ciento cuarenta años -algunos- y otros -muy pocos- menos.
Seguramente todos vivieron tiempos de amargura y murieron lloviéndoles la tristeza por dentro: la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil -penas y glorias, guerras y paz- las películas de Stan Laurel y Oliver Hardy o de Johnny Weismuller -Tarzán de los Monos- o el estraperlo o las coplas de doña Concha Piquer o los goles de Lángara o las zamoranas de Ricardo Zamora o los tangos de Carlos Gardel o los hermosos años veinte que únicamente fueron hermosos para algunos.
Pero, como dice la canción -una canción que ellos no llegaron a cantar- al final, las obras quedan, las gentes se van, otros que vienen las continuarán..La vida sigue igual...
Y sigue igual.
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