Se asoma a esta ventana con un nuevo artículo José Regueira. En esta ocasión con un tema en que los cacabelenses, y los bercianos en general, estamos implicados y en el que las opiniones entre nosotros son muy variadas. Hoy conoceremos la de nuestro invitado. El artículo nos lo presenta dividido en dos partes: una primera a modo de introducción y el artículo propiamente dicho.
FRONTERAS CULTURALES E
IDIOMÁTICAS
José Regueira Ramos
Durante algunos años he
publicado en el diario coruñés La Voz de Galicia una serie de artículos
cuyo tema predominante era el de relaciones históricas entre Galicia y
Andalucía. Especialmente de hechos protagonizados a título individual o
colectivo por gallegos en tierras andaluzas en distintas épocas. Algunos de
esos artículos fueron escritos con motivo de mis estancias en Galicia e incluso
alguno durante mis periódicas visitas a Cacabelos. En el caso de las crónicas
cacabelenses, solía reflejar mi visión de la influencia gallega en
manifestaciones culturales en el Bierzo.
El artículo que adjunto
fue escrito en Cacabelos después de la Pascua de 2009. Es una visión personal
de un cacabelense consorte que visita el pueblo periódicamente desde hace más
de medio siglo. Sé que sobre la influencia de Galicia en el Bierzo existen diversas
sensibilidades y que puede haber discrepancias con mis apreciaciones. Sería
interesante un debate sobre el particular. Especialmente los profesionales de
la enseñanza podrían realizar interesantes aportaciones. Mis afirmaciones
respecto a la enseñanza del gallego en el Bierzo corresponden a una realidad
constatada en el año 2009, que puede haber variado.
Vivo en una localidad que
lleva el apellido “de la Frontera”, situada en una zona con diversas y
conflictivas fronteras como es el Campo de Gibraltar. Así se entenderá mi
interés por los fenómenos fronterizos, que trato con frecuencia en mis
colaboraciones y publicaciones. Afortunadamente la “frontera” galaico-berciana
es totalmente pacífica. Aquí no hay verjas ni aguas jurisdiccionales ni
tratados de Utrecht ni pescas en aguas revueltas ni patrulleras ni Royal Navy.
Por citar “personajes” de la representación que tenemos ahora aquí en
cartelera. Las únicas secuelas inter-regionales que detecto en el Bierzo son
culturales e idiomáticas. Que, por cierto, no difieren mucho de las que ya
apreciaba en el siglo XIX el insigne escritor cacabelense (de adopción) Antonio
Fernández y Morales.
Por cierto que con este
escritor y poeta por fin Cacabelos ha saldado la deuda de gratitud que tenía
pendiente, al celebrar el año pasado unas Jornadas dedicadas a su vida y su
obra y colocar una placa en la casa en que vivió. Ello fue posible gracias a
las investigaciones de diversos autores, especialmente el magnífico estudio
biográfico y literario realizado por José Antonio Balboa de Paz.
Éstas fueron las reflexiones que escribí en Cacabelos
tras la Pascua de 2009.
LOS LINDEROS DE LA GALLEGUIDAD
José Regueira Ramos
Desde el Campo de Gibraltar
He
estado recientemente en Galicia y territorios limítrofes. Y he asistido a las
fiestas de un pueblo al que estoy ligado por vínculos familiares. Despertaba
por la mañana a los sones de la gaita y el tambor, asistía a mediodía a un
concierto de una banda gallega (esta vez era de Lalín) y, por la tarde,
contemplaba la llegada de una impresionante caravana de trailers que se
estacionaba en la plaza del pueblo, se desplegaban y crecían en longitud y
altura para configurar un espectacular escenario en el que, pocas horas
después, una magnífica orquesta gallega iniciaba la sesión de bailes con el
apoyo de proyecciones audiovisuales que le daban una gran espectacularidad. Y
así, cuatro días, cada uno con una orquesta diferente. Por la mañana la
orquesta que había tocado de noche había desaparecido con sus escenarios y sus
vehículos y esa misma tarde aparecía la
siguiente para igualar o mejorar el espectáculo de la anterior. Cuatro días,
cuatro orquestas. Todas gallegas. Todas incluyendo en sus repertorios muiñeiras
y canciones gallegas tradicionales: Veño
da virxen da barca, Bailaches Maruxiña, Si vas o San Benitiño… y todo un
repertorio de canciones populares gallegas que despertó en mi nostalgia de
viejos tiempos, añoranzas de mi tierra, de la tierra de mis mayores.
Naturalmente,
todos supondréis que el pueblo de que os hablo está en Galicia. Y acertaréis.
Está en la Galicia… cultural. Que no en la oficial, en la autonómica de las cuatro
provincias tradicionales. El pueblo al que me refiero es Cacabelos, en el
Bierzo leonés, a pocos kilómetros de la frontera oficial con Galicia. Y digo
oficial porque una cosa son las divisiones político-administrativas y otra las
culturales. Oficialmente se traza una línea, se instalan unos mojones y, a partir de ese momento, tú
perteneces a una provincia, una región o un país y tu vecino de diez metros más
allá queda dependiente de otra provincia, región, país… y legislación. En
Almería hay un pueblo, Pulpí, que tiene calles que pertenecen a Andalucía y
otras a Murcia. Hay una casa que hace esquina con puertas a dos calles, una a
Murcia y otra a Andalucía. Sus propietarios viajan de una comunidad a otra
dentro de su propia casa. No sé si en Galicia se llega a esos extremos. Pero
las interinfluencias culturales e incluso idiomáticas traspasan los linderos
oficiales. Entre Piedrafita pueblo y el inmediato de O Castro, al que a pesar
de su nombre lo han situado en Castilla-León, no creo que existan diferencias
idiomáticas o culturales.
Esas
influencias de la cultura y del idioma gallego se propagan a zonas limítrofes
como el Bierzo, la comarca “eonaviana” con Asturias y a la comarca zamorana de
Sanabria. En el Bierzo hay una Asociación Cultural Fala Ceibe do Bierzo que
defiende de forma activa la enseñanza del gallego en los centros escolares,
habiendo conseguido el apoyo de la Junta de Galicia y el reconocimiento oficial
de la de Castilla y León. Hoy hay más de mil alumnos bercianos que estudian
gallego en sus centros de enseñanza y otros centenares lo estudian en la
Escuela Oficial de Idiomas de Ponferrada. Precisamente en esta ciudad, la
capital funcional berciana, una Asociación Cultural llamada nada menos que
Abelladeira estaba dando un curso musical de gaita, pandereta, vieira y hasta o
sacho, ese apero de labranza elevado a la categoría de instrumento musical por
Mercedes Peón y no sé si por algún/a otro/a músico/a o folklorista galaico/a. Un inciso: Mercedes
Peón tuvo un gran éxito en algún festival musical en Andalucía, por lo que la
contrataron para el año siguiente. La gente le pedía: “toca la espiocha”; ella
decía que no conocía ese instrumento hasta que le explicaron que era el
instrumento de cavar, o sacho.
La
televisión gallega y concretamente programas como Luar o las series en gallego
tienen un gran seguimiento en el Bierzo. Hace unos años se dedicó un año de las
letras gallegas a un berciano de nacimiento aunque gallego de adopción, Martín
Sarmiento, nacido en Villafranca del Bierzo. Ahora los bercianos da Fala Ceibe
reivindican otro día de las letras gallegas dedicado a Antonio Fernández y
Morales, un escritor y poeta nacido en Astorga en 1817 y criado y muerto
en Cacabelos en 1896. Este poeta fue un
gran defensor de la variedad dialectal del gallego berciano. En uno de sus
poemas definía la situación fronteriza del Bierzo, su dependencia de Castilla y
su influencia gallega en unos concisos y atinados versos:
Cual tesoro q’a codicia
De dous avaros escolta
Con xusticia ou sin xusticia
Tira por ela Galicia
Máis Castilla non a solta.
Las fronteras
culturales e idiomáticas son mucho menos nítidas, son más difusas que las
administrativas. Y Galicia difunde cultura e idioma hacia sus viejos
territorios históricos. La galleguidad rebasa las fronteras jurídicas de la
Comunidad Autónoma oficial.
Los políticos cada vez nos ponen más fronteras
ResponderEliminarEl mismo respeto que los gallegos quieren para su idioma en el Bierzo, queremos que tengan con el español en Galicia. Cada día está más perseguido.
ResponderEliminarlo siento Jose, creo que o estas dos personas anteriores no te han entendido o el que no te ha entendido he sido, en tu escrito has querido decir ,que una cosa son las fronteras fisicas, y otra bien distinta son las de la cultura o incluso la de los sentimientos personales de cada uno, es asi? o el equivocado soy yo? saludos
ResponderEliminarEfectivamente, una cosa son las froneras físicas y otras las culturales, sentimentales, etc. Pero creo que existe una relación entre ambas, aunque las fronteras administrativas sean más nítidas y las otras más difuminadas, existiendo interacciones entre ambos lados de las fronteras. Yo a eso quería referirme y no me parece que sea incompatible con los comentarios de los anteriores. Gracias por tu comentario y perdona la demora, por haber sido fallidos mis dos intentos anteriores de respuesta. Un saludo. José Regueira
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