José Regueira Ramos: coruñés, jimenato y cacabelense

José Regueira (foto buceite.com)

La mayoría de los que visitáis  este cuaderno,  conocéis el tema central,  Cacabelos. Además de las noticias puntuales, también van apareciendo  aquí personajes, pequeñas historias, curiosidades... con las que nuestro pueblo está relacionado.

Hace pocos días en un periódico digital, www.tiojimeno.org ,  editado en la gaditana ciudad de Jimena de la Frontera, vio la luz un interesante y singular artículo, “El Camino de Santiago y sus Prodigios”, firmado por José Regueira Ramos. Artículo  relacionado con Cacabelos  por partida doble (por el tema y por el autor) y que podéis leer pinchando en el  siguiente enlace: http://www.tiojimeno.es/2012/04/el-camino-de-santiago-y-sus-prodigios.html.

Hace ya varias décadas un joven José Regueira, recién licenciado en farmacia en Santiago de Compostela, abandonó su Coruña natal para dar los primeros pasos profesionales en el Bierzo y regentar la farmacia de doña Pura en Toral de los Vados.

Doña Pura era entonces la titular de esa localidad, pero por motivos personales pasaba grandes temporadas viviendo en Madrid y, en consecuencia, debía contratar a un farmacéutico para regentar su establecimiento durante sus ausencias. Pero a la señora se le presentaba un problema cada cierto tiempo. Contrataba a un farmacéutico y  éste era cautivado casi de inmediato por una toralense que pronto le llevaba al altar y se iba la pareja en busca de un futuro mejor. Como con varios licenciados ocurrió lo mismo, doña Pura, con cierta ironía, repetía que se merecía un homenaje de las chicas de Toral por facilitarles tantos novios.

No sucedió así en el caso de aquel joven gallego. A José Regueira fue una cacabelense quien robó su corazón. Keti Mauriz, una maestra que apenas había abandonado la adolescencia se encargó de vincular al farmacéutico con Cacabelos. Keti, hija de los entrañables y añorados Victorino Mauriz y  Adela Sernández,  tras la boda acompañó a su marido a tierras andaluzas. En Jimena de la Frontera comenzaron una nueva y ya larga  etapa. José en su farmacia y Keti con sus alumnos.

Comenzaron entonces las visitas a Cacabelos de forma continuada. Varias veces al año regresan a estas tierras bercianas para disfrutar con  la familia, y con los muchos amigos que conservan aquí; además, por supuesto, de participar en las distintas celebraciones locales.

Desde aquellos primeros tiempos inciertos en Jimena, la labor profesional de José no ha dejado de crecer y de ser reconocida. Se diploma en óptica por la Universidad de Barcelona, obtiene la plaza de inspector farmacéutico de Jimena y Castellar, preside la Cooperativa Farmacéutica del Campo de Gibraltar, dirige la sección de publicaciones de la Asociación de Farmacéuticos Andaluces y recibe el Premio Chape al farmacéutico más distinguido de la provincia de Cádiz.

Al mismo tiempo comienza una labor callada y ardua, la investigación histórica. Miles de horas  robadas a la familia y al descanso para investigar en los archivos de diferentes instituciones andaluzas han reconvertido al científico en uno de los historiadores más reconocidos del Campo de Gibraltar. El prestigio alcanzado por sus estudios y publicaciones le han convertido  en una autoridad en la materia.

Ha sido fundador y decano del Instituto de Estudios Campogibraltareños, fundador de la revista científica Almoraima, creador de la Editorial Regueira, colaborador de las Jornadas de Historia de Jimena de la Frontera, amén de conferenciante habitual y prolífico colaborador en revistas y periódicos.

Su doble faceta de científico e historiador va unida íntimamente a  su personalidad sencilla, cercana y familiar. Todo suma y, en consecuencia, no puede a nadie extrañar que haya sido nombrado hijo adoptivo de su ciudad de acogida en 2009.

El catedrático de la Universidad de Cadiz, José Antonio Hernández Guerrero,  manifestaba con motivo de este nombramiento: “Don José no sólo piensa, siente y actúa como un intelectual sino que, enriqueciendo nuestro pueblo con la eficacia de un trabajo profesional concienzudo, nos estimula con su elegancia discreta, con sus ilustradas conferencias y con la cordialidad de sus amenas conversaciones”.

El mismo José Regueira, en el acto de su nombramiento como jimetano adoptivo no dudó en afirmar:

- Me  considero licenciado en Farmacia por la Universidad de Santiago y licenciado en Humanidad por la Universidad Popular de Jimena de la Frontera. Mis profesores fueron el corchero, el arriero, el carbonero, el jornalero, todos los esforzados trabajadores del campo, del monte o de los servicios y sus sufridas familias, que en los años sesenta y setenta iniciaban una emigración a países europeos o a otras regiones españolas en busca de una vida mejor para ellos y para sus hijos.

Pienso que con  estas últimas declaraciones,  podemos entender con precisión la personalidad de este también hijo adoptivo de Cacabelos, pues para serlo no se necesita ningún documento oficial que lo acredite, solamente hace falta ejercer coma tal. Y José Regueira ejerce de cacabelense difundiendo nuestros valores con  sus charlas y con  sus escritos y, por supuesto, visitándonos periódicamente.