domingo, 29 de enero de 2012

No pudo ser...de momento


Zona por donde está proyectado cruzar el Cúa
Las aguas del Cúa bajan mansas y escasas este invierno. La falta de lluvias durante el otoño y de nieve durante los días que llevamos de invierno han provocado una imagen inusual del cauce del río en estas fechas. Finaliza enero con un caudal exiguo y muy preocupante.
Hace unas semanas comenzó a percibirse un cierto movimiento de obras en la margen izquierda a la altura del nuevo campo ferial. La empresa concesionaria de la instalación de la tuberías  del gas natural  preparaba la infraestructura necesaria para cruzar el Cúa y llevar el nuevo servicio al barrio del Foyo.


Los más ignorantes pensábamos que los técnicos  abrirían  una zanja en el actual cauce desviando previamente las aguas por una zona aledaña. Quizá primero en una mitad del río, y posteriormente en la otra. ¡Pues no! Todo iba a ser más sencillo, en principio. Se instaló una máquina perforadora en las cercanías del antiguo matadero municipal. Ésta comenzó su tarea:  perforar por debajo del río hasta alcanzar la orilla opuesta y posteriormente entubar la cavidad abierta.


Perforadora en pleno rendimiento
¡Manos a la obra! Mientras especialistas al mando de geo-radares se paseaban leyendo las interioridades del terreno, la perforadora comenzó a hacer girar su broca para abrirse  paso hasta la orilla derecha. Después de avanzar los primeros metros sin dificultad, comenzaron a aparecer los primeros síntomas negativos. La broca no lograba mantener el mismo ritmo. Al llegar a alguna zona subterránea encontraba materiales que le impedían continuar. Los operarios, una y otra vez, trataban de vencer las contrariedades, pero la broca decía que nones, que por allí no pasaba. Y no pasó. Quizá un subsuelo de cantos rodados de gran tamaño o algún tipo de roca muy resistente impedían el paso del Cúa. O tal vez una ninfa desdichada se resiste a ver violado su dominio.
Los técnicos de la taladradora desistieron del intento, desmontaron el tinglado y se fueron.
Julio César al pasar el río Rubicón pronunció la célebre frase “alea iacta est”(la suerte está echada). Aquí la situación no es tan trascendente y no está dicha la última palabra ni echada la suerte a ninguna parte. Otros medios tendrán para atravesar el Cúa. ¿O no?

1 comentario:

  1. Qué pasa? Nuestros mejores ingenieros, ya están todos trabajando fuera de España? Con un poco de suerte, ese lecho "duro" es oro y se nos terminan los problemas en el "pueblin" jaja

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