miércoles, 11 de enero de 2012
Pablo Caurel nos enseña Cacabelos y su gente
A estas alturas no vamos a tratar de descubrir a Pablo. A pesar de su juventud cuenta ya con un amplio historial en el mundo del arte. Sus exposiciones colectivas e individuales son fieles reflejos de la laboriosidad y evolución de este pintor cacabelense.
Durante estos días podemos contemplar en la sala de exposiciones de La Moncloa de San Lázaro una muestra de su trabajo. Fruto del mismo son los óleos sobre madera y lienzo que captan de forma personalísima una serie de rincones de nuestro pueblo y unos personajes singulares que a todos nos son familiares.
Nuestro vecino Pablo es uno más de los relevantes pintores que durante más de medio siglo viene pariendo Cacabelos. Realizó sus estudios de Primaría y Bachiller en el Colegio “Virgen de la Quinta Angustia” y en el IES “Bergidum Flavium”. “Culpa” a su madre ser la causa de su entrada en el mundo fantástico de la pintura. Es ella quien descubre los primeros signos de su valía y le apunta a clases de pintura en Ponferrada siendo aún apenas un niño. Es el principio de un largo camino que se irá enriqueciendo con el contacto con maestros y colegas de idénticas inquietudes artísticas. Llegado el momento de echarse a volar para realizar estudios universitarios, elige la Facultad de Bellas Artes de Salamanca. En esta ciudad recibe el primer impacto que va a marcar definitivamente su vocación. Allí el novato pintor es acogido los primeros días por otro cacabelense ya iniciado en el arte de Goya, Fernando Vázquez Mourelo. Pablo queda deslumbrado al descubrir por primera vez un verdadero estudio de pintor, el desorden de caballetes, marcos, lienzos, paletas, pinceles...Desde ese momento y antes de pisar las aulas de la facultad su decisión ya estaba tomada: sería pintor.
Y el pintor inicia su formación académica licenciándose en Bellas Artes, realizando los cursos de doctorado, investigando y asistiendo a diversos cursos específicos para ampliar sus conocimientos. Entre estos últimos destacan los de paisaje de Priego (Córdoba) y los míticos de Albarracín(Teruel).
Los premios y las exposiciones han ido sumándose a su currículo paulatinamente. Desde aquel primer premio de Pintura Rápida de San Miguel de las Dueñas hasta la exposición actual hay ya un extenso y fecundo camino. Su obra ya ha podido ser contemplada en lugares cercanos: Cacabelos o Ponferrada. Paso a paso el radio de acción se va prolongando para exponer en León, Salamanca, Orense o Lugo. Y hasta Gante(Bélgica) han viajado alguna de sus obras.
La pintura de Pablo está enraizada en el paisaje cotidiano de su infancia y juventud. Rincones de pueblos del Bierzo, tareas agrícolas o paisajes hollados por el hombre son absorbidos por sus pinceles y plasmados en el lienzo con la esencia y color que sólo el artista sabe interpretar.
El hombre también es objeto de culto para Pablo. Busca a veces en su entorno al agricultor desarrollando sus labores tradicionales. El óleo plasma el momento, pero no permanece estático. Sigue en él la vida, los personajes continúan su trabajo indiferentes al ojo explorador. En otras ocasiones se detiene ante el personaje aislado, apenas unas pinceladas para llenar el espacio. Lo importante ahora es ese hombre, lo que su rostro exhala y lo que su figura trasmite. Y ahí está Pablo para ejercer de intermediario entre el modelo y observador.
Os aconsejo visitar la exposición actual en La Moncloa. No os va a dejar indiferentes. Si aún no conocéis su obra, seguro que os impactará la personalísima forma de entender la pintura de nuestro vecino. Además está dedicada principalmente a mostrarnos diversos rincones de Cacabelos y a algunos personajes conocidos por todos, lo que da un valor añadido al trabajo presentado por Pablo.
preciosos los cuadros Carlos, s cierto que cuando un oriundo de tu pueblo triunfa en estas artes, sobretodo en la pintura, uno se siente orgulloso.
ResponderEliminarEl de la chica lo tengo yo.
ResponderEliminar