Termina septiembre. Este ha sido uno de los septiembres
más calurosos y secos de los últimos años. Ya se han acabado todas las fiestas
veraniegas y las que rozan la entrada del otoño. Prácticamente también se
pueden dar por finalizada la vendimia. Y la campaña de la manzana sigue el
mismo camino.
Todos contentos porque la cosecha está recibiendo muchos elogios y
la climatología ha sido muy favorable para llevar a buen fin estas labores.
La zona del puente y el Cúa “luce
muy linda”. Asoman ya los primeros colores otoñales en las choperas y en el
Parque Municipal. Sin embargo, según podéis observar en la fotografía, el cauce
del río es mínimo. La falta de nieve durante el invierno y la escasez de
lluvias han provocado un estiaje muy pronunciado.
Necesitamos la lluvia. Ya puede llover a chaparrón y varios días
seguidos. El campo, los ríos y la atmósfera agradecerán su llegada. ¡Ah! Y las
castañas. Las castañas claman por el
agua urgentemente; agua para engordar, agua para que el fruto haga estallar los
erizos para el próximo magosto.
Y si la naturaleza no nos trajera
la deseada lluvia, ya sabéis, habrá que recurrir a nuestros más venerados santos para que intercedan en las
Alturas y nos la manden sin demora.
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