A pesar de las fechas en que estamos, el termómetro de la Plaza del Vendimiador nos seguía sorprendiendo el pasado domingo con unas gélidas temperaturas. ¡Nada menos que -43º!. Claro es que no fueron ningún impedimento para que la procesión se llevara a cabo sin problema alguno. Ahí tenéis a Toñín impertérrito ante lo que a otros haría tiritar como una vara verde. Y tampoco parecen los -43º afectar sobremanera a las señoras del fondo de la fotografía, portan sendos ramos vestidas con trajes primaverales. Así se las gastan los cacabelenses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario